Molestias por los excesos de ruidos

Canarias7.es
Víctimas de la guerra a los decibelios
ARRECIFE PRECINTA APARATOS DE MÚSICA, TELEVISIÓN, E INCLUSO LOCALES

Arrecife de Lanzarote

Muchos pequeños bares de Arrecife están padeciendo en estos días el celo que muestra la Policía Local en la política de reducir el ruido que sale de los locales. Los dueños se quejan de ser víctimas de una campaña de imagen de los políticos, máxime cuando están pagando justos por pecadores..

La campaña contra el ruido lleva cerca de dos meses. Está afectando tanto a bares de los diversos barrios, pero es en el centro donde está teniendo más repercusión, al margen de que parece que hay locales de la calle José Antonio que se están salvando de la quema, según se quejan afectados por los precintos.

Éstos están dándose sin avisar en muchos casos. Se basan en denuncias vecinales, si bien es cierto que en los papeles presentados a los empresarios a los que ha tenido acceso este diario nunca se precisa quién es el denunciante. Igual pasa con los apercibidos por supuestamente vender copas para ser tomadas en la calle con vasos de cristal. Las pruebas no suelen estar claras, basándose sólo en la versión de los agentes, pero sin aportar referencias de las personas que causan escándalo en la vía.

Quejas hay de todo tipo. «Me siento perseguida», critica Magdalena Rodríguez, de Casa Emiliano. «Vienen sin dar aviso de nada, pero para cobrar impuestos luego sí que están listos», se queja Luis Covarrubia, de Pedro's Bar. La primera añade que «esto es un acoso y derribo contra los pequeños», a la vez que cuestiona «por qué no van contra los grandes». En muchos casos, negocios en donde se sirven copas a la clase política insular.

Por de pronto, hay quien lleva semanas sin poder encender la tele o poner música. Otros que están a punto de vivir lo mismo o que han visto cerrado el local. Además, queda el miedo a los expedientes abiertos, donde se habla de multas de entre 6.010 a 30.050 euros. O sea, la ruina total para más de un ciudadano.
Muchos pequeños bares de Arrecife están padeciendo en estos días el celo que muestra la Policía Local en la política de reducir el ruido que sale de los locales. Los dueños se quejan de ser víctimas de una campaña de imagen de los políticos, máxime cuando están pagando justos por pecadores..