Infraestructuras de transporte de energía eléctrica
SOTERRAR LÍNEAS
Artículo de opinión de FRANCISCO POMARES
La Provincia.es
El colectivo ecologista Ben Magec ha remitido un comunicado a los medios de comunicación insistiendo en la lógica del soterramiento de las líneas de alta tensión. Se suma así al debate más bien inútil que suele producirse después de los desastres naturales.
Y es que la decisión de soterrar líneas (no sé por qué diablos se dice ´soterrar´ y no ´enterrar´) puede o no tener su lógica, pero no parece precisamente éste el mejor momento para plantearla. Primero, porque aunque en esta región estemos cada día más acostumbrados a atar los perros con longaniza (sobre todos los perros públicos, los otros siguen amarrados con hilo de embalar, como demuestra el hecho de que en Canarias las empresas privadas paguen los sueldos más bajos de España, por ejemplo)? aunque aquí nos parezca que el Gobierno puede pagarlo todo con nuestros impuestos, enterrar
líneas de alta tensión es carísimo y tiene un impacto ecológico brutal. Sorprende que Ben Magec confunda paisajismo con ecología: no es lo mismo cortar veinte pinos en la corona forestal y colocar doce torretas camufladas (ésa era la última propuesta de Unelco para la línea de Vilaflor), que hacer una tronja de ocho metros de ancho para pasar los tractores que han de abrir las zanjas por las que circularán las líneas bajo tierra.
En Canarias se han vivido dos episodios catastróficos muy concretos
que han afectado al suministro eléctrico: uno, la ventolera del
otro día, absolutamente extraordinaria (los medidores de Izaña
saltaron por los aires, y están preparados para resistir vientos
de hasta 250 kilómetros por hora), y el otro, las lluvias torrenciales
del 31-M, que dejaron Santa Cruz de Tenerife sin luz durante
casi una semana. Los distribuidores se inundaron entonces y por
eso costó tanto la reparación, aunque ya se haya olvidado. Entonces
hubo voces que pidieron que se sacaran inmediatamente todos los
que estuvieran en sótanos o bajo el nivel de la calle. Si las
líneas hubieran estado enterradas, quizá estaríamos achicando
agua todavía? Eso debiera ilustrar que no es serio tomar decisiones
sobre la base de situaciones extraordinarias. Lo correcto es
razonar las decisiones y sostenerlas frente a la demagogia de
los unos, la avaricia de los otros y el mamoneo político de
todos. Porque repugna bastante el comportamiento de la mayoría
de los portavoces nacionalistas y socialistas, dedicados en exclusiva
a echarse el muerto a la recíproca y ambos dos a Unelco en comandita.
Sería razonable dejar que los tribunales despejen el alcance
de la responsabilidad de la compañía eléctrica, y mientras lo
hacen, habría que preguntarse si los partidos mantendrían su
desatada agresividad con Unelco de no mediar la OPA a Endesa
y las implicaciones político-mediáticas de tan chocante asunto.
Creo que es necesario decirlo, siquiera soterradamente.
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