Medio Ambiente culmina el Avance del Plan de Recuperación del Guirre
El documento persigue garantizar una protección adecuada a esta especie en las islas orientales del Archipiélago
Medio Ambiente culmina el Avance del Plan de Recuperación del Guirre
Al objeto de evitar que la especie pueda extinguirse en Canarias por ausencia de medidas correctoras concretas
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, que dirige Domingo Berriel, ha culminado el Avance del Plan de Recuperación del Guirre (Neophron percnopterus majorensis), documento que tiene como finalidad garantizar una protección adecuada a esta especie en las islas orientales del Archipiélago canario, de forma que se mantenga una población sana y estable, con unos efectivos reproductores y un área de distribución suficientes para garantizar su viabilidad genética y demográfica a medio plazo.
Dicho Plan pretende sentar la base para una fase posterior de la recuperación de esta especie en la que se proceda a su reintroducción en otras islas donde habitó en el pasado, y que aún conserven la capacidad potencial de albergar subpoblaciones reproductoras. No obstante, esta segunda fase conformará en su momento un segundo Plan de Recuperación posterior que deberá complementar las medidas del mismo en el propósito final de conseguir que este taxón deje de estar amenazado y su población sea capaz de automantenerse de forma viable a largo plazo en el mayor área posible y con la mínima intervención humana.
Para conseguir la finalidad del Plan es necesaria la adopción de medidas tendentes a incrementar las probabilidades de mantenimiento y expansión de la población actual, mejorando los parámetros demográficos, así como la capacidad de acogida del medio en las áreas de recolonización potencial, y minimizar los factores negativos que ponen en peligro la viabilidad de la población medio plazo.
El Guirre (Neophron percnopterus majorensis) es una subespecie endémica de Canarias, diferente por tanto a las poblaciones europeas y africanas; y se trata de una rapaz carroñera, cuya dieta se constituye principalmente por animales muertos, preferentemente cabras y ovejas, además de otros restos orgánicos como basuras y excrementos.
Hasta 2002, año en que fue descrito por primera vez este pequeño buitre endémico canario, le consideraba idéntico al alimoche común (Neophron percnopterus percnopterus). Esta especie se distribuía originariamente y hasta mediados del siglo XX en todas las islas de Canarias, y en la actualidad la población ha quedado relegada a las islas orientales, Fuerteventura y Lanzarote, y al islote de Alegranza. En la isla majorera se concentra el 93% de la población total reproductora, agrupada en el sector central del territorio.
Antiguamente se distribuía por todas las islas del Archipiélago, pero en la actualidad sólo nidifica en Fuerteventura, Lanzarote y Alegranza. En los últimos 50 años este declive se ha estimado en la desaparición de entre el 70% y el 90% de sus efectivos canarios.
Las principales amenazas de los guirres son los accidentes en tendidos eléctricos, venenos, plumbismo, perturbaciones durante la nidificación, y modificación antropógena del hábitat.
De cara a conseguir la conservación de la especie, el Avance del Plan de Recuperación, incluye la puesta en marcha de una serie de objetivos con los que se persigue minimizar cualquier obstáculo en su reproducción; eliminar las causas de mortalidad adulta y juvenil por accidentes en tendidos eléctricos, así como por envenenamiento directo o secundario;y garantizar la tranquilidad en las áreas de nidificación al igual que eliminar las molestias durante el periodo reproductor con el fin de aumentar la productividad de las parejas.
De igual manera, persigue conservar el hábitat en las áreas de cría, alimentación y agregación nocturna, evitando su transformación y mejorando los recursos tróficos; disponer de información precisa y actualizada sobre sus parámetros reproductivos y demográficos; y mejorar la sensibilidad social hacia el guirre y sus problemas.
Este Avance del Plan de Recuperación del Guirre, se aplicará en el área de distribución actual del guirre, comprendida por las islas de Fuerteventura, Lanzarote y Alegranza.
Entre las actuaciones que contempla el documento destaca la necesidad de garantizar el cumplimiento de la normativa vigente relativa a la prevención de accidentes ocasionados por los tendidos eléctricos aéreos; y evitar la instalación de tendidos eléctricos de cable desnudo a menos de dos kilómetros de los puntos de nidificación, dormideros y zonas habituales de alimentación y campeo del guirre, siendo necesario modificar su trazado, o en su defecto enterrar la línea o instalar cable seco trenzado. Igualmente, establece la necesidad de promover la instalación de dormideros artificiales en zonas potencialmente aptas, dentro de espacios protegidos, como alternativa a aquellos que se localizan en tendidos eléctricos actuales; así como disminuir en lo posible las causas de mortalidad adulta y juvenil por envenenamiento directo o secundario.
Además, se considera de prioridad alta llevar a cabo labores de información y sensibilización a ganaderos, agricultores y cazadores respecto al riesgo ambiental y sanitario que conlleva el uso ilegal de venenos contra especies consideradas dañinas; y promover el estricto cumplimiento de la legislación vigente relativa a la comercialización y aplicación de productos clasificados como muy tóxicos y tóxicos; así como establecer un plan de control de vigilancia específica de las áreas de nidificación durante el periodo crítico.
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