El gobierno del PSOE contra las energías renovables
Fuente: APPA (Asociación de Productores de Energías Renovables) Info, mayo-julio 2006, n. 22
http://www.appa.es
Consultar el Real Decreto Ley 7/2006, de 23 de junio (PDF, 153KB)
EDITORIAL
Unidad en la adversidad
La pésima política relativa a las energías renovables desplegada por el dimisionario secretario general de Energía del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Antonio Fernández Segura, ha tenido un importante efecto colateral: la unidad de todo el sector de las energías limpias en España. Por primera vez, las asociaciones más representativas han unido sus fuerzas para dirigirse a instancias administrativas superiores a fin de poner en su conocimiento el funesto efecto que la aprobación del Real Decreto Ley 7/2006, de 23 de junio, por el que se adoptan medidas urgentes en el sector energético
está teniendo para la afluencia de la inversión productiva, indispensable para la ejecución de los proyectos.
El RD-L 7/2006, el tercero del sector eléctrico en dos años de legislatura, desliga los ingresos que conlleva la actividad económica de producción eléctrica con energías renovables de la Tarifa Media de
Referencia del Mercado Eléctrico, es decir, suprime los parámetros objetivos que establecían la retribución de las instalaciones de generación renovable.
Como consecuencia, además de dejar en manos de la discrecionalidad política lo que se debe pagar por producir un kilovatio verde y renovable, se ha enviado un mensaje confuso y atemorizador a los
propios actores del sector y a las entidades financieras, al borrar de un plumazo la posibilidad de calcular la tasa de retorno de las inversiones. Y claro, las entidades financieras no están muy dispuestas a prestar su dinero sin saber cuando lo van a recuperar, o, en el peor de los casos, si
lo van a recuperar.
Debe quedar muy claro que no se trata de ganar más o menos dinero, sino de disponer de un marco regulatorio estable y predecible que permita echar números y calcular la rentabilidad de unas inversiones muy cuantiosas que se amortizan a largo plazo. Con dicho marco, el promotor puede saber si le interesa acometer proyectos de energías renovables o no; sin él, el riesgo es tan grande que ni siquiera merece la pena intentarlo.
Interlocución negada
Por otro lado, el RD-L 7/2006 se ha dado a conocer como en los viejos tiempos: con nocturnidad y alevosía: sin consultas previas a los agentes implicados, en contra de la palabra dada reiteradamente,
se han cambiado las reglas del juego en mitad de la partida. Con retroactividad, se han modificado derechos adquiridos.
Rizando el rizo, tras la aprobación del RD-L 7/2006, se anuncia al sector que la reforma del Real Decreto 436/2004 -la norma de referencia para las energías renovables en España, cuya versión reformada
debía estar en vigor desde hace dos años y que es urgentísima para algunas tecnologías renovables- se está convirtiendo en un nuevo marco regulatorio que guarda poca relación con la
norma original.
Y para colmo, también se anuncia que los actores económicos a los que les afectará ese nuevo marco regulatorio están excluidos del proceso de elaboración. Y porque sí. Si no fuera un asunto tan grave parecería el chiste de aquel que se desmaya por hambre y el estudiante de medicina le diagnostica
una indigestión.
Frente común
Ante esta situación, algunos promotores llegaron a preguntarse: "¿Cómo vamos a fiarnos de alguien que no ha respetado las leyes vigentes y el Derecho establecido? ¿Merece la pena continuar la partida en estas condiciones? ¿Por qué no buscamos escenarios más favorables, tanto para los fabricantes como para los promotores, en otros países?". Pero cerrar la puerta no es ninguna solución. Es huir irresponsablemente. Y esa es una opción que debe descartarse cuando ya se dispone de una industria
sólida, una tecnología punta y una estructura socioeconómica pujante que ha generado más de 200.000 empleos -puestos en peligro- sólo dentro de nuestras fronteras.
Lo que había que hacer es lo que se ha hecho: defenderse de una agresión directa, probablemente fruto de la autosuficiencia y del desconocimiento de la realidad del sector de las energías renovables
en España. Por eso,APPA, AEE y ASIF han decidido apelar a la autoridad del titular del Ministerio de su ramo de referencia, para que remedie el desaguisado provocado por sus subalternos.
Decretazo contra el PER
El RD-L 7/2006, además de quebrar una tradición legislativa originada hace nada menos que 25 años, atenta contra la propia política energética diseñada por el Gobierno, que aprobó el Plan de Energías
Renovables 2005-2010 (PER) en agosto del año 2005, puesto que impide su ejecución. Con sus disposiciones en vigor, es materialmente imposible conseguir que el 12,1% de la energía primaria
que se consume en España sea aportada por las renovables en 2010, que es la aspiración del PER.
Y la culpa de esto, además del dinamitero RD-L 7/2006, la tiene el retraso en la aprobación de la reforma del RD 436/2004, que debía incorporar a la normativa vigente las indicaciones contenidas
en el PER. Este retraso es uno de los principales causantes de la mala evolución de las energías renovables en España durante los últimos años, porque, en contra de la percepción común, las renovables
retroceden en su contribución al abastecimiento energético: en 2003 cubrieron el 7% de la demanda, en 2004 el 6,5% y en 2005 el 5,9%.
El sector de las energías renovables en general está deseando que el PER se incorpore a la legislación vigente y se acabe con la ironía de tener una Planificación Energética que abarca desde 2005 todavía
inactiva cuando ya se ha pasado largamente el ecuador de 2006. El PER -conviene recordar- implica un
importantísimo ahorro de emisiones contaminantes, la reducción de la descomunal dependencia energética del país y la generación de otros 100.000 puestos de trabajo.
Nuevo equipo, nueva política
Ni APPA ni el resto de las asociaciones que se han dirigido al titular del Ministerio ven imposible que se reconduzca con inteligencia una situación que puede dañar de forma irreversible al sector, quizá el más dinámico de la economía española, y, sin duda, uno de los pocos que nos permite sacar pecho en los
foros internacionales.
La desafortunada aprobación del RDL 7/2006 todavía puede remediarse. La mejor forma sería con la aprobación de una Ley de Energías Renovables que ponga de acuerdo a todos, sin excepción, con políticas de largo plazo elaboradas desde el consenso y el diálogo, para que las energías renovables (y la potente estructura socioeconómica que tienen detrás) no sean una moneda de cambio para intereses políticos puntuales.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero indicó la dirección correcta ya en su discurso de investidura: "en materia de energía me limitaré a señalar nuestra opción por fomentar el recurso a energías alternativas que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con el Protocolo de Kioto". Los cambios que deben realizarse en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo le facilitan enormemente retomar la tarea.
4 comentarios
Sergete -
A si que pensaremos que como el 95% de las veces, esta gente que lleva al pais tienen otros planes para las renovables y desde luego no a mejor, bueno, seguro que para sus cuentas es mejor de alguna manera, vaya manera de ganar pasta pisoteando, jodiendo a la gente las pocas oportunidades que aparecen....
Nosotros que confiamos en las renovables nos vamos a ir a pique y estos que se llaman governantes son meros intermediarios del verdadero poder del dinero ya se podian ir a mangonear la pension de sus abuelas, menudos sucios, solo enmascaran la realidad y la terjiversan a su gusto o al del que les pasa el sobre...
Señores governantes! espero que no puedan dormir tranquilos almenos tantas noches como las que me hacen pasar en vela por la gracia que dios les dió.
Pandilla de sucios HP`s.
JM -
En mi opinión es un plan energético que tapa deficiencias impresionantes, de las que destaco la opresión a la libre elección de la gente a consumir y producir energía limpia y rentable, a favorecer mercados prácticamente extinguidos y de nula sostenibilidad, a favorecer el agotamiento de las pocas fuentes de energía primaria que disponemos ahora y no cuando realmente se necesite y todo porque quieren subir el precio de la energía eléctrica para abonar el déficit tarifario que los españoles han contraído sin saberlo ¿por qué se oculta de esta manera esta información? ¿por qué no se desea que el mercado español se autoabastezca de energía limpia? ¿están seguros que es beneficio de interés general frenar el avance de un sector en alza y sostenible como las energías renovables?.
Mi empresa tiene dos proyectos importantes de 14 millones cada uno, ha costado muchísomo trabajo poner de acuerdo a tanta gente y obtener la financiación, que ahora hay que parar todo el proyecto por la incertidumbre creada y doy gracias a Dios por no haberlos tramitado, supondría la ruina de muchas familias humildes con deseos de mejorar su economía y el medio ambiente. Que pena más grande me da el comprobar que con este tipo de leyes volvemos a esos orígenes tan duros de hace ya 30 años y que volveremos a tener que sacar los aperos de labranza para poder subsistir.
Que ridículo es todo esto, y que ridículo me hace sentir este gobierno, somos y seguiremos siendo un país tomatero o bananero ( es lo único sobre lo que podemos elegir).
Anónimo -
En mi opinión es un plan energético que tapa deficiencias impresionantes, de las que destaco la opresión a la libre elección de la gente a consumir y producir energía limpia, y rentable a favorecer mercados prácticamente extinguidos y de nula sostenibilidad, a favorecer el agotamiento de las pocas fuentes de energía primaria que disponemos ahora y no cuando realmente se necesite y todo porque quieren subir el precio de la energía eléctrica para abonar el déficit tarifario que los españoles han contraído sin saberlo ¿por qué se oculta de esta manera esta información? ¿por qué no se desea que el mercado español se autoabastezca de energía limpia? ¿están seguros que es beneficio de interés general frenar el avance de un sector en alza y sostenible como las energías renovables?.
Mi empresa tiene dos proyectos importantes de 14 millones cada uno, y doy gracias a Dios por no haberlos tramitado, supondría la ruina de muchas familias humildes con deseos de mejorar su economía y el medio ambiente. Que pena más grande me da el comprobar que con este tipo de leyes volvemos a esos orígenes tan duros de hace ya 30 años y que volveremos a tener que sacar los aperos de labranza para poder subsistir.
Que ridículo es todo esto, y que ridículo me hace sentir este gobierno, somos y seguiremos siendo un país tomatero o bananero.
jumanji -
¿El fin de las energías renovables? Haremos todo lo posible por evitarlo.