El petróleo seguirá subiendo
CanariasAhora.com, 13-8-2006
Juan Jesús Bermúdez Ferrer
Presidente de la Asociación Canarias ante la crisis energética
Desde 1998 el precio del petróleo se ha multiplicado por siete. Ha pulverizado todas las predicciones hechas desde las administraciones públicas y elevado considerablemente el coste directo energético de las actividades económicas. ¿Tendrá final esta espiral alcista? Al contrario, hay numerosos indicios de que veremos como el barril alcanza cifras de tres dígitos, y no necesariamente empezando por uno. Estamos en el cenit del petróleo y comienza, más pronto que tarde, su declive. Como es sabido, la capacidad excedentaria de los productores de petróleo apenas satisface la demanda; los grandes yacimientos del mundo se encuentran al máximo de producción, o declinando; no hay descubrimientos recientes de yacimientos que suplan las necesidades de consumo de carburantes actuales: consumimos seis barriles por cada uno que se descubre. Los petróleos pesados o de plataformas petrolíferas, o incluso el de la Antártida no son suficientes para paliar este descenso.
Comienza el declive del petróleo, en una ratio de 3-4%, según los geólogos especializados. La fecha, desde 2005 al 2010 como fecha del comienzo de ese declive. Y viene acompañado de huracanes, favorecidos por el cambio climático (originado por la combustión de combustibles fósiles), corrosión de oleoductos, amenazas de atentados contra instalaciones petrolíferas y, sobre todo, la escalada miliar en Oriente Medio -originada, evidentemente, por la opción de EE.UU. Gran Bretaña y otros países de conquistar manu militari, de forma nauseabunda y criminal, los recursos petrolíferos de la zona: dos de cada tres barriles de petróleo y grandes reservas de gas. El escenario geopolítico de conquista de los recursos energéticos para el primer mundo, la resistencia de países que están jugando la baza de sus reservas (Venezuela, Rusia, Irán, Bolivia, etc.), la tendencia de renacionalización de los recursos, y otros factores coadyuvan para asegurar una escalada de los precios debido a factores estructurales.
Esta subida no es coyuntural. Entramos en la era del super-pico del precio del petróleo, según el Profesor de Economía Aplicada Roberto Bermejo, y veremos un mercado del crudo altamente volátil, donde la unión de factores especulativos importantes con la escasez cada vez mayor de la oferta brindan un escenario de recesión económica clara.
El petróleo es básico para nuestro modelo de vida insostenible, por lo demás. No existen sustitutos energéticos para él, sobre todo en el transporte mundial, y difícilmente en los miles de productos de consumo producidos con él. La práctica totalidad de las actividades económicas- incluido el sistema financiero y crediticio- están ligadas a él y a su continua expansión. Ese ciclo ha terminado. Comienza la convivencia de la humanidad -cuyo número se ha sextuplicado en el pasado siglo gracias, entre otras cosas, a la aportación de energía fósil a la agricultura- con el descenso anual de la producción de petróleo, el principal recurso energético de la historia reciente, sin sustituto para el total de sus utilidades.
Las sociedades que antes centren sus esfuerzos en reducir su dependencia del petróleo y del gas -que seguirá también subiendo de precio, paralelamente al del petróleo- y reconducir su economía hacia la disminución del transporte y el consumo, la recuperación de la agricultura y la producción local de alimentos, el uso de energías renovables para sectores básicos, etc. serán las mejores preparadas para este escenario geológico. Las sociedades que ignoren la curva descendente de los recursos energéticos entrarán en declive social, económico y de población. Y todos nosotros viviremos alguno de los dos procesos durante nuestras vidas.
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