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TURCÓN - Ecologistas en acción

La imparable propagación del picudo rojo

La imparable propagación del picudo rojo

La imparable propagación del picudo rojo ha obligado
ya a la tala de más de un centenar de palmeras

La Provincia.es
Javier Bolaños
GÁLDAR

Más de un centenar de palmeras han sido ya taladas como consecuencia de la propagación de la plaga del picudo rojo, según datos estimativos del presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), Roberto Góiriz. La plaga se ha extendido por muchos complejos turísticos del sur de la Isla.

"Ya advertimos hace mucho tiempo que el picudo rojo era un grave problema". El presidente de Asaja constata que la presencia de esta plaga que afecta a las palmeras se ha extendido por muchos complejos turísticos del sur de Gran Canaria, y no sólo afecta de forma esporádica a determinados parques de la capital.

Roberto Góiriz señala que el corte de las palmeras infectadas es visible en los lugares más públicos, pero que eso no quiere decir que se estén registrando otros muchos casos en espacios privados, donde se talan sin que tenga notoriedad esta práctica contra la plaga.

Asaja estima que hasta la fecha se pueden haber cortado más de 100 palmeras por la presencia de este gorgojo, según datos estimativos realizados entre el sector.

Esta plaga está causando un gran daño también a Fuerteventura, considerada la otra zona más afectada de Canarias. Hay que tener en cuenta que la plaga se ha propagado en lugares en los que se plantaron en los últimos tres años muchos ejemplares de palmeras de importación, tanto de Egipto como de la Península. De ahí que las zonas turísticas que recurrieron a estas especies para llenar sus jardines sean las que mayores consecuencias estén teniendo.

RIESGOS. Roberto Góiriz admite que existe el peligro de que en estas urbanizaciones, como no existe una notoriedad del problema, se puedan estar haciendo la tala sin seguir todos los procedimientos, con lo cual siempre existe el riesgo de que se expanda aún más.

Asaja ha calificado en otras ocasiones la aparición del picudo rojo como "la mayor catástrofe ecológica de toda Canarias". En este sentido, aseguraba que la prohibición decretada por el Ministerio de Agricultura de importar las palmeras a finales de enero de este año llegaba muy tarde, cuando desde hace nueve años venía exigiendo un mayor control sobre las importaciones de terceros países y de lugares como el Levante español, precisamente por el temor a la entrada de este tipo de insectos, donde lleva tiempo dejando sus secuelas devastadoras. Al mismo tiempo, han echado en falta mayores controles en las importaciones, ya que se ha detectado hasta la fecha la entrada de casi 66 plagas en estos últimos años, cuando hasta hace unos años las Islas estaban al margen de estos problemas agrarios. El sector, a su vez, exige más medios para tratar de frenar la expansión de este gorgojo.

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