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TURCÓN - Ecologistas en acción

Las presas de Gran Canaria esperan visita

Las presas de Gran Canaria esperan visita Canarias7, 16-8-2004

Un paseo entre semana por los embalses, casi vacíos, de Soria, Las Niñas y Chira deja instantáneas de familias, pocas, que pasan el día de asadero, turistas que miran absortos el paisaje y unos niños que disfrutan de los campamentos de verano a la orilla de estas aguas.

Las presas, un paraje siempre muy utilizado por los canarios, están vacías, de agua y gente. Es martes, día laboral. Sólo los turistas se acercan a la orilla para noveleriar el terreno y apreciar su encanto. El camino es interminable, las curvas desesperantes y el calor azota con fuerza en la zona. Primera parada, la presa de Soria. Más vacío que nunca, el embalse más grande de la Isla no tiene a nadie con quien conversar.

Seis personas observan el paisaje desde la carretera. El acceso en coche no está permitido y ninguno se atreve a buscar el camino para llegar a la orilla. El baño en sus aguas está prohibido y la acampada también. Sólo los turistas, domingueros o deportistas pasan por la zona. Un matrimonio de ingleses recorren en bicicleta el interior de la Isla. Parados en el barrio de Soria, contemplan el muro de la presa y buscan el agua que, este año, solo llega al 1% de su capacidad. Nada se cuece a la orilla de este embalse.

Segunda parada, la presa de Las Niñas. Las señales, puestas recientemente por el Cabildo, indican correctamente el camino. Huele a chuleta.Una familia pasa el día en la zona recreativa, donde Yasmina, la hija mayor, aprovecha para ponerse al día con los estudios.No muy lejos, un grupo de amigos, todos de Arucas, bailan en el centro de las casetas las canciones del verano. Van a pasar cuatro días de acampada en la presa, para lo que previamente han pedido permiso en Medio Ambiente. Mientras, el chiringuito de Rita pasa el verano sin hacer el agosto.

Este embalse cumple todos los requisitos de un lugar de vacaciones.Zonas acotadas para el camping, mesas y barbacoas, leña gratuita, aseos impecables y la poca agua que aún queda en la presa para darse un buen baño. Donde el año pasado los guiris nadaban, hoy se pueden hacer grandes asaderos. El agua embalsada sólo cubre el 10% de su capacidad.

Presa de Chira, tercera y última parada. ¿Se acuerdan cuando las piraguas manchaban el agua de este embalse? Ahora nadie pisa su orilla. Un día entre semana sólo las cañas de varios turistas que quieren pescar carpas alteran este ecosistema. Las guaguas se acercan a la zona, dejan que en cinco minutos sus viajeros observen el paisaje y de nuevo a tomar las curvas para seguir con la excursión.

En verano, los canarios prefieren las playas. Pero ahí están los niños para dar vida a un paisaje solitario. Al lado de este embalse hay un albergue. Acoge a 52 críos, de entre 5 y 18 años, que en una semana van a hacer todo tipo de actividades. Escalada, tiro con arco, manualidades... la presa ni tocarla, el baño no está permitido.

Mientras el litoral sureño cuelga el cartel de completo, las presas canarias esperan visita.

1 comentario

Jaime -

www.presasengrancanaria.com