Kenia traslada cientos de kilómetros a 400 elefantes para salvar a un paraje de la superpoblación
CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA
EFE
Los 'rangers' cargan a uno de los elefantes para su traslado. (Foto: AFP)
NAIROBI.- El Servicio Keniano de Conservación (KWS) ha comenzado a trasladar a 400 elefantes de una pequeña reserva al Parque Nacional de Tsavo, en la mayor operación de reubicación de la especie realizada en el país.
"Especialistas en la captura de animales han puesto un tranquilizante al primer ejemplar, esta mañana, en la localidad de Kwale, 30 kilómetros al sudoeste de la ciudad costera de Mombasa", dijo Edward Indakwa, portavoz del KWS.
Después lo transportarán 350 kilómetros en un camión hasta su nuevo hogar: Ithumba, en el norte del Parque de Tsavo, el más grande de Kenia.
El KWS espera poder despachar en la primera jornada de la opoeración a siete elefantes, 50 en los siguientes diez días y el resto en los próximos meses, señaló el portavoz.
Los encargados del traslado comprueban que el macho de 22 años cargado en el camión se ha quedado dormido. (Foto: AFP)
"En conjunto, la operación supone el mayor traslado de animales desde el Arca de Noé", dijo Indakwa, quien apuntó que el récord hasta ahora había sido el traslado de 55 elefantes al parque keniano de Meru y a una reserva de la vecina Uganda efectuado en 2002.
Una reserva asfixiada por la superpoblación
Con una población de 600 elefantes, y una capacidad para albergar sólo a 200, la Reserva Natural de las Colinas Shimba, un pequeño enclave natural situado muy cerca de la costa, está asfixiada por la superpoblación de los preciados paquidermos, que destruyen las vallas del parque y causan estragos en los pueblos aledaños.
Los elefantes serán trasladados a 350 kilómetros a bordo de remolques. (Foto: EFE)
Según el coordinador del Programa Nacional de Conservación de Elefantes, Patrick Omondi, su reubicación salvará de la ruina a la reserva, calificada como un enclave privilegiado de biodiversidad por la Unión Mundial de la Naturaleza.
"Las Colinas de Shimba son un ecosistema vital. Albergan más de 1.000 especies de plantas, de las cuales 19 son endémicas, es decir, que sólo existen en la zona. Pero la presión sobre el hábitat ejercida por el gran número de elefantes amenaza a estas plantas con la extinción", afirma Omondi.
"El traslado tiene por objetivo aligerar la presión sobre el medio ambiente, favorecer la conservación y reducir los incidentes conflictivos entre el hombre y el animal, que han aumentado drásticamente en los últimos años", añade.
Rumbo a una zona devastada por los furtivos
El traslado beneficiará al área norte del parque de Tsavo, donde los cazadores furtivos en busca de marfil casi aniquilaron la población de elefantes en las décadas de los años setenta y ochenta.
Tsavo cuenta actualmente con 10.500 elefantes, frente a los 30.000 que tenía hace treinta años.
Según el director de KWS, Julius Kipng'etich, la integridad de los elefantes está ahora asegurada.
"Hemos desplegado a 83 guardas en el Parque Nacional de Tsavo. Si los cazadores furtivos vienen, nos encontrarán preparados", afirmó en un comunicado.
Las comunidades circundantes de la reserva han sido sensibilizadas sobre quiénes serán sus próximos vecinos, pero también se han tomado otras medidas para asegurar que los elefantes no provoquen daños.
Se ha construido una cerca electrificada de 41 kilómetros y cinco abrevaderos para que los paquidermos no tengan que cruzar las granjas de los alrededores en busca de agua.
"Hemos instalado collares con radiotransmisores en seis matriarcas (las hembras más viejas que lideran la manada) para poder controlar sus movimientos por Sistema de Posicionamiento Global (GPS) e intervenir antes de que invadan una granja", añadió Kipng'etich.
Hombres y animales: una convivencia conflictiva
Otras regiones de Kenia han sido escenario de enfrentamientos entre los habitantes y los animales salvajes.
En junio de 2003, nueve leones aparecieron muertos en el Parque Nacional de Nairobi, en un ataque que fue reivindicado por un grupo de jóvenes guerreros de la tribu masai.
Los masai se quejaban de que, al no estar vallado el extremo sur de la reserva, los leones entraban en sus granjas y mataban al ganado.
Kenia, donde la caza de animales salvajes está prohibida desde finales de los años setenta, tiene en total una población de elefantes estimada en 28.000 ejemplares.
EFE
Los 'rangers' cargan a uno de los elefantes para su traslado. (Foto: AFP)
NAIROBI.- El Servicio Keniano de Conservación (KWS) ha comenzado a trasladar a 400 elefantes de una pequeña reserva al Parque Nacional de Tsavo, en la mayor operación de reubicación de la especie realizada en el país.
"Especialistas en la captura de animales han puesto un tranquilizante al primer ejemplar, esta mañana, en la localidad de Kwale, 30 kilómetros al sudoeste de la ciudad costera de Mombasa", dijo Edward Indakwa, portavoz del KWS.
Después lo transportarán 350 kilómetros en un camión hasta su nuevo hogar: Ithumba, en el norte del Parque de Tsavo, el más grande de Kenia.
El KWS espera poder despachar en la primera jornada de la opoeración a siete elefantes, 50 en los siguientes diez días y el resto en los próximos meses, señaló el portavoz.
Los encargados del traslado comprueban que el macho de 22 años cargado en el camión se ha quedado dormido. (Foto: AFP)
"En conjunto, la operación supone el mayor traslado de animales desde el Arca de Noé", dijo Indakwa, quien apuntó que el récord hasta ahora había sido el traslado de 55 elefantes al parque keniano de Meru y a una reserva de la vecina Uganda efectuado en 2002.
Una reserva asfixiada por la superpoblación
Con una población de 600 elefantes, y una capacidad para albergar sólo a 200, la Reserva Natural de las Colinas Shimba, un pequeño enclave natural situado muy cerca de la costa, está asfixiada por la superpoblación de los preciados paquidermos, que destruyen las vallas del parque y causan estragos en los pueblos aledaños.
Los elefantes serán trasladados a 350 kilómetros a bordo de remolques. (Foto: EFE)
Según el coordinador del Programa Nacional de Conservación de Elefantes, Patrick Omondi, su reubicación salvará de la ruina a la reserva, calificada como un enclave privilegiado de biodiversidad por la Unión Mundial de la Naturaleza.
"Las Colinas de Shimba son un ecosistema vital. Albergan más de 1.000 especies de plantas, de las cuales 19 son endémicas, es decir, que sólo existen en la zona. Pero la presión sobre el hábitat ejercida por el gran número de elefantes amenaza a estas plantas con la extinción", afirma Omondi.
"El traslado tiene por objetivo aligerar la presión sobre el medio ambiente, favorecer la conservación y reducir los incidentes conflictivos entre el hombre y el animal, que han aumentado drásticamente en los últimos años", añade.
Rumbo a una zona devastada por los furtivos
El traslado beneficiará al área norte del parque de Tsavo, donde los cazadores furtivos en busca de marfil casi aniquilaron la población de elefantes en las décadas de los años setenta y ochenta.
Tsavo cuenta actualmente con 10.500 elefantes, frente a los 30.000 que tenía hace treinta años.
Según el director de KWS, Julius Kipng'etich, la integridad de los elefantes está ahora asegurada.
"Hemos desplegado a 83 guardas en el Parque Nacional de Tsavo. Si los cazadores furtivos vienen, nos encontrarán preparados", afirmó en un comunicado.
Las comunidades circundantes de la reserva han sido sensibilizadas sobre quiénes serán sus próximos vecinos, pero también se han tomado otras medidas para asegurar que los elefantes no provoquen daños.
Se ha construido una cerca electrificada de 41 kilómetros y cinco abrevaderos para que los paquidermos no tengan que cruzar las granjas de los alrededores en busca de agua.
"Hemos instalado collares con radiotransmisores en seis matriarcas (las hembras más viejas que lideran la manada) para poder controlar sus movimientos por Sistema de Posicionamiento Global (GPS) e intervenir antes de que invadan una granja", añadió Kipng'etich.
Hombres y animales: una convivencia conflictiva
Otras regiones de Kenia han sido escenario de enfrentamientos entre los habitantes y los animales salvajes.
En junio de 2003, nueve leones aparecieron muertos en el Parque Nacional de Nairobi, en un ataque que fue reivindicado por un grupo de jóvenes guerreros de la tribu masai.
Los masai se quejaban de que, al no estar vallado el extremo sur de la reserva, los leones entraban en sus granjas y mataban al ganado.
Kenia, donde la caza de animales salvajes está prohibida desde finales de los años setenta, tiene en total una población de elefantes estimada en 28.000 ejemplares.
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