El descontrol del Gobierno de Canarias en materia medioambiental permite que llegue a las Islas una plaga de escarabajos mortal para la palmera canaria
Ana Belón
CanariasAhora.com, 21-12-2005
Más información sobre esta mortal plaga:
- El palmeral de Elche cifra en 50 millones la pérdida por picudo rojo (El País, 9-10-2005)
- I Jornada Internacional sobre el picudo rojo de las palmeras (28/29-11-2005)
- El picudo rojo, la gran amenaza (Las Provincias, 28-3-2004)
Pasan tan solo de cinco a diez días desde que aparecen los primeros síntomas que indican que la palmera canaria ha sido atacada por el curculionido ferruginoso (picudo rojo) hasta que muere. Recientemente se han detectado dos casos, uno en Gran Canaria y otro en Fuerteventura. Una plaga de este insecto pondría en peligro esta especie protegida si llega a colonizar los palmerales de las Islas. Los cultivadores llevan años reclamando una moratoria de dos a tres años para frenar la importación de palmeras datileras.
Desde que el picudo rojo llegó a la Península en una partida de palmera datilera (phoenix dactilifera) procedente de Egipto en el año 1993, saltó la alarma entre los cultivadores del Archipiélago, que automáticamente recurrieron al Gobierno y los cabildos de las Islas, que son las instituciones con competencias sobre la palmera canaria, para que se frenara la importación de la palmera datilera y se tomaran medidas rápidas y eficaces en cuanto a programas preventivos.
El pasado 4 de octubre apareció por primera vez en el Archipiélago una palmera afectada en un parque de la calle Tomás Morales, en la capital grancanaria y recientemente ha habido un nuevo caso en Caleta de Fuste, en Fuerteventura. Al abrir las coronas de las palmeras se encontraron abundantes larvas de todos los tamaños en una masa de tejido en fermentación que desprendía un desagradable olor. Automáticamente se tuvo que proceder a su arranque y destrucción para evitar la dispersión de la plaga.
Probablemente, este escarabajo de mediano tamaño viajó hasta el Archipiélago en una de las 2.400 palmeras que se importaron de la Península el pasado año. Sólo en Gran Canaria hay censadas en palmerales naturales más de 60.000 palmeras y si el picudo rojo colonizara la isla tardaría tan solo de ocho a diez años en desaparecer este símbolo de las Islas y patrimonio de indudable valor biológico, paisajístico e histórico.
Han pasado ocho años desde que Eufemiano Rodríguez, Ingeniero Técnico Agrícola, demandara por primera vez protocolos de actuación definidos para atender la aparición del picudo rojo.
Recientemente, Eufemiano Rodríguez, junto con los técnicos Rosa Martín, Juan Adolfo Álvarez Marrero, de la asociación Támara, Antonio Jiménez, del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Eduardo Franquiz, del Ayuntamiento de Santa Lucía, Rafael Casallas, de la Asociación para la defensa de la palmera canaria y Miguel Rodríguez, de Asocan, se reunieron con Celestino Suárez, director general de Desarrollo Agrícola de la Consejería de Agricultura del Gobierno canario.
Los expertos demandan una ley para regular la entrada de palmas así como la paralización, al menos de dos a tres años, de la importación de palmeras del género Phoenix, Washingtonia y Cocos. Lamentan que desde el Gobierno la única respuesta que obtienen es que no puede hacer nada y que les remitan al Ejecutivo central. Rodríguez señala que es alarmante la dejadez de las instituciones y organismos oficiales después de reclamar desde 1997 protocolos de actuación.
Para conseguir un control eficaz es imprescindible la detección temprana de los focos, así como la aplicación de medidas fitosanitarias. Dada las carácterísticas y peligrosidad de la plaga, lo más importante es su rápida detección. A día de hoy, la utilización de técnicas de ultrasonidos es la que mejores resultados da.
La palmera canaria, un manjar para el picudo rojo
Esta plaga, que data del siglo XVIII, en la Península está extendida por Andalucía y la Comunidad Valenciana. Actualmente es la principal plaga que afecta a los palmerales de Oriente y del norte de África, y entre los países de Europa afectados, además de España, se encuentran Italia y Francia.
El insecto, un coleóptero perteneciente a la familia de los curculiónidos, coloniza un gran número de especies de palmeras. En los países de origen (regiones tropicales de Asia y la Polinesia) está citado en cocoteros (cocos nucifera), y palmeras de Guinea (Elaeis guineensis), entre muchas otras; sin embargo todos los expertos apuntan que la más atractiva para ellos es la palmera canaria (Phoenix canariensis) debido al gran acumulo de savia, mayor masa de tejidos y falta de resistencia a esta plaga.
La existencia de importantes palmerales de Phoenix canariensis asilvestrados en Canarias -únicos en el planeta-, su alta vulnerabilidad y su importancia medioambiental hacen necesario una intervención rápida, eficaz y preventiva.
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antonio -