Agricultura tardará todavía 10 días en cerrar la entrada de palmeras importadas a Canarias

Canarias7 - 17/01/2006

José Barrera

El director general de Agricultura, Celestino Suárez, se comprometió ayer con representantes de los viveristas locales, ecologistas y miembros de la asociación Támara, a que en el plazo de diez días las fronteras serían cerradas a la importación de palmeras foráneas.

La propuesta de cerrar las fronteras a las palmeras foráneas realizada hace al menos tres años por los viveristas locales tiene como objetivo cortar el paso a la plaga del picudo rojo, un insecto barrenador que se introduce en las palmeras y acaba con ellas antes de que pueda percibirse.

La plaga, que ya hace estragos en la Comunidad Valenciana, no ha llegado aún que se sepa a las Islas salvo en casos aislados que, en el caso de Gran Canaria, se reduce a un ejemplar recogido en una palmera de la plaza de Farray, en la capital, que acabó siendo talada por los servicios de Parques y Jardines.

El director general de Agricultura, Celestino Suárez, se comprometió ayer con viveristas y ecologistas a que en el plazo de diez días, la orden, según dijo ya aceptada por el Ministerio de Agricultura, sería publicada en el Boletín Oficial de la Provincia. Según explicaron los colectivos asistentes tras la reunión con el director general, «esta puede ser una gran ocasión para controlar la plaga, en tanto que la introducción del insecto en las Islas aún puede ser controlada». La última llegada de palmeras, precisamente de Valencia, se produjo la pasada semana, con un contenedor de 31 palmeras que tuvieron que ser fumigadas en el Puerto.

El director general de Agricultura, Celestino Suárez, se comprometió ayer con representantes de los viveristas locales, ecologistas y miembros de la asociación Támara, a que en el plazo de diez días las fronteras serían cerradas a la importación de palmeras foráneas.

3.000 palmeras del exterior en 3 años

Las estimaciones de los viveristas indican que en los últimos tres años podrían haber entrado en la Isla unas tres mil palmeras, destinadas especialmente a las zonas turísticas y algunas urbanizaciones locales en la capital. Esas palmeras, según el compromiso adquirido por la Consejería de Agricultura ayer, serán vigiladas de manera especial, lo mismo que las recién llegadas al Puerto de La Luz. Desde el momento en que se publique la Ley que impide importar palmeras, sólo podrán entrar a la Isla semillas y palmeras de menos de cinco centímetros de grosor en el tronco.

La prohibición en la importación generará mayores beneficios a los viveristas, dado que serán los únicos que puedan vender las palmeras puesto que las producen aquí. Este es uno de los intereses que se achacan a los cultivadores. Pero, sin embargo, cerrarán la entrada del picudo rojo, que es la clave del proceso.