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TURCÓN - Ecologistas en acción

Exterminio

Uno de cada 3 hombres y una de cada 5 mujeres padecerán cáncer

Uno de cada 3 hombres y una de cada 5 mujeres padecerán cáncer Canarias7.es - 17/08/2005
Uno de cada 3 hombres y una de cada 5 mujeres padecerán cáncer
SE ESTIMA QUE ENTRE 1997 Y 2000 SE HAN DIAGNOSTICADO CADA AÑO 162.000 NUEVOS CASOS DE ENFERMEDAD TUMORAL

EFE -Madrid.

Uno de cada tres hombres y una de cada cinco mujeres padecerán cáncer en España en algún momento de su vida, según el informe "La situación del cáncer en España", presentado hoy miércoles por la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, que anunció una Estrategia Nacional contra esta enfermedad.

Afirmó que la "magnitud de estas cifras" indica que es un problema prioritario de salud pública y de ahí que Sanidad junto con las CCAA esté diseñando una Estrategia, que pretenden esté lista entre diciembre y enero próximos, y cuyo objetivo es atajar este problema desde la prevención y el diagnóstico precoz.

Se estima que en el periodo comprendido entre 1997 y 2000 se han diagnosticado cada año 162.000 nuevos casos de enfermedad tumoral y que más de la mitad de los pacientes diagnosticados sobrevivirán cinco años a su enfermedad.
El carcinoma colorrectal, con 25.600 casos al año, es el tumor más frecuente en España y también el que más ha aumentado en los últimos años, seguido del cáncer de pulmón con 18.800 nuevos casos anuales, y del cáncer de mama, con 15.979 casos.

En mujeres, el cáncer de pulmón es el tumor que ha experimentado un mayor incremento en los últimos años, coincidiendo con el aumento del tabaquismo entre la población femenina. Ante estas cifras, la ministra hizo hincapié en la estrecha relación que existe entre el hábito de fumar y el consumo de alcohol y algunos tipos de cáncer: pulmón, laringe, esófago y vejiga.

Destacó cómo la tasa de mortalidad en algunos de ellos, el de vejiga y laringe en los hombres concretamente, está muy por encima de la media europea. No obstante, la supervivencia del cáncer ha mejorado significativamente en España, aunque siga siendo la primera causa de muerte desde 1999, con un total de 94.123 fallecimientos en el 2003.

Esta cifra representa el 24% de todas las defunciones, lo que supone que una de cada cuatro personas fallece a consecuencia de una enfermedad tumoral. Por sexos, es la primera causa de muerte en hombres y la segunda, tras las enfermedades cardiovasculares, en mujeres.

En hombres, los cánceres responsables del mayor número de muertes son, por orden decreciente de frecuencia, el de pulmón, colon-recto, próstata, estómago y vejiga.

En las mujeres, el cáncer de mama ocasiona la mayor mortalidad, seguida del de colon-recto, estómago, páncreas y pulmón. Sin embargo, el estudio refleja una importante disminución en la mortalidad por cáncer de mama, que se ha reducido en los últimos diez años a un ritmo anual del 1,4%.

En la actualidad, la supervivencia del cáncer de mama a los 5 años del diagnóstico se eleva a un 78%, frente al 70% que presentaba en el periodo 85-89. En comparación con los países de nuestro entorno, la mortalidad por cáncer en los hombres se sitúa más o menos en la media europea, con un total de 243,18 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 250 casos/100.000 habitantes de la UE.

Únicamente superan esta tasa los tumores de vejiga (con 13,24 casos frente a 10,10 de la UE) y, sobre todo, los de laringe (8,15 casos frente a 4,68 por cada 100.000 habitantes en la UE). En las mujeres españolas, la tasa de mortalidad por cáncer se encuentra por debajo de la media de la Unión Europea, con un total de 112,38 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 141,23 que presentan los países europeos.

El cáncer de cervix uterino es la única localización que se encuentra en la media de los países europeos. En cuanto a la supervivencia, en el período 85-89 España registraba una tasa de supervivencia de 5 años en el 35% de hombres y del 50% de mujeres, lo que suponía una tasa global del 43%.

Esta tasa se ha incrementado notablemente en el periodo 90-94, alcanzando el 44% en los hombres y el 56% en las mujeres (lo que representa un 50% global). Una tendencia que parece haberse mantenido en los últimos años.
En cuanto al cáncer infantil, la ministra destacó que los avances terapéuticos de las últimas décadas han tenido un especial impacto sobre los tumores infantiles, ya que la supervivencia a los 5 años de los niños diagnosticados con esta enfermedad es superior al 70%, pero sin embargo la incidencia de estos tumores no ha disminuido.

Esta enfermedad, agregó la ministra, sigue siendo la segunda causa de muerte entre la población menor de 15 años después de los accidentes (domésticos, de tráfico...)

Los datos del citado informe, que ha sido realizado por el Area de Epidemiología Ambiental y Cáncer del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, en colaboración con la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, están sirviendo como base para elaborar la citada Estrategia Nacional.

Greenpeace quiere detener la pesca de arrastre en el Atlántico norte

Greenpeace quiere detener la pesca de arrastre en el Atlántico norte ESTUDIARÁ LAS CONSECUENCIAS DE ESTA PRÁCTICA
Greenpeace quiere detener la pesca de arrastre en el Atlántico norte

EFE

TORONTO (CANADÁ).- La organización ecologista Greenpeace quiere una moratoria internacional de la pesca de arrastre de profundidad en las aguas del noroeste del Atlántico ante el creciente daño ecológico que causa al ecosistema marino.

El nuevo barco de Greenpeace, 'Esperanza', partirá este martes, desde las cercanías del puerto de Halifax (en la costa Atlántica canadiense) hacia las aguas internacionales de los "grandes bancos" para documentar las consecuencias de este tipo de pesca.
María José Caballero, encargada de la campaña oceánica de Greenpeace España y que viajará en el 'Esperanza', señaló que permanecerán en las aguas de la Organización Pesquera del Atlántico Noroccidental (NAFO) hasta el próximo 11 de agosto.

"Localizaremos los barcos en el área que están practicando la pesca de arrastre y les pediremos permiso para subir a bordo y grabar en vídeo especies capturadas, pero que no son de interés para los pescadores, descartes como corales o esponjas", señaló Caballero.

En caso de que las tripulaciones no autoricen a Greenpeace acceso a sus embarcaciones, los ecologistas esperarán hasta que arrojen al océano los descartes para comprobar qué especies están siendo afectadas.
El 'Esperanza' acaba de finalizar una expedición similar en las aguas del Mar de Tasmania, entre Nueva Zelanda y Australia en el extremo sur del Pacífico, donde Greenpeace ha documentado la destrucción causada por los pesqueros de arrastre neozelandeses en la región.

España y Canadá, dos políticas pesqueras diferentes
El pasado mes de mayo, las autoridades españolas ofrecieron suspender temporalmente la actividad de su flota pesquera de fondo en aquellas zonas en las que hay ecosistemas marinos vulnerables.
Caballero destacó que la "posición española ha avanzado de forma significativa en los últimos meses pero España sigue oponiéndose a la moratoria propuesta por los científicos al querer prohibiciones caso por caso y después de que se pruebe que el ecosistema resulta dañado".

Por su parte, el ministro de Pesca canadiense, Geoff Reagan, ha señalado que no existen pruebas científicas de que los arrastreros dañan el fondo marino, por lo que se ha negado a asumir una moratoria para la flota pesquera canadiense.
Con respecto a la posición canadiense, Caballero recordó que desde el año 2003 existe un estudio científico que demuestra los daños que la pesca de arrastre causa en especies como los corales y en otros puntos de gran diversidad biológica.

Para Greenpeace, la gestión internacional de las aguas de NAFO ha sido débil hasta el punto que diez especies de la región han sufrido tal explotación que tienen que ser protegidas con moratorias e incluso estas no son cumplidas.
Pero la organización ecologista también rechazó la propuesta de Terranova para que Canadá se haga cargo de la gestión de la "nariz" y "cola" de los "grandes bancos", dos extremos del área que se encuentran en aguas internacionales.

El pinzón azul volverá a poblar el pinar

El pinzón azul volverá a poblar el pinar Canarias7.es -

El pinzón azul volverá a poblar el pinar de Gran Canaria en cinco años
SE PREVÉ QUE EN CINCO AÑOS SE SUELTE A LOS PRIMEROS 80 EJEMPLARES DE PINZÓN AZUL CRIADOS EN CAUTIVIDAD

EFE
Las Palmas de Gran Canaria

El pinzón azul, especie endémica de Gran Canaria en peligro de extinción, poblará en cinco años los pinares de la isla gracias al plan de recuperación en cautividad que realiza el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Tarifa.
Así lo anunció hoy el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Manuel Soria, durante la presentación de este plan que impulsa el citado centro, que en la década de los ochenta comenzó a trabajar en la recuperación de la fauna accidentada.
Hasta el momento, y tras diez años de estudios, los responsables de la investigación han logrado el nacimiento de dos crías de esta especie de ave, señaló el consejero de Medioambiente, José Jiménez. La primera, a la que se llamó "Tafiro", nació el año pasado y la segunda, que vino al mundo hace mes y medio, fue apadrinada hoy por Soria.
Se prevé que en cinco años se suelte a los primeros 80 ejemplares de pinzón azul criados en cautividad, para los que se buscará una colonia que facilite su incorporación.
El proceso de crianza en cautividad de estas aves se desarrolla de forma que, una vez que los pájaros "ponedores" ponen los huevos, éstos son sustituidos por otros artificiales de igual tamaño, mientras que los verdaderos son entregados a otra pareja que se encargará de criarlos.
El lugar de la isla de Gran Canaria en el que se ha apreciado la progresiva desaparición de esta especie es el pinar de Tamadaba, en la zona de cumbre, informó Jiménez.
Las causas que han llevado al pinzón a esta situación de peligro de extinción no son nuevas, ya que desde los años 60 se puso en práctica una "caza brutal" contra esta especie debido a su belleza y su canto, "muy parecido al del canario", manifestó.
No obstante, la reducción de fuentes naturales y la falta de alimento, han sido otros factores determinantes a la hora de dificultar la conservación de estas aves, afirmó el director del proyecto que persigue su recuperación, Pascual Calabuig.
El hombre también ha tenido parte de culpa al abandonar el campo, ya que el pinzón es una especie que se alimenta de invertebrados, de modo que su falta redujo el alimento de estas aves, destacó.
Estamos en "la línea de detectar todos estos factores y corregirlos" y se está trabando en ello. Por eso, dijo, "el material en cautividad" es sólo parte del "gran" plan de recuperación" porque también hay recursos que se están empleando en el campo para intentar reducir los peligros que amenazan al pinzón azul.
Entre estos métodos, destacó la colocación de fuentes artificiales que faciliten agua a estas aves durante los períodos de sequía y la habilitación de zonas para su alimentación.
También hizo referencia al control al que están siendo sometidos los depredadores que habitan el campo y que suponen un peligro para el pinzón, como el caso de los gatos, considerados su mayor enemigo.
El Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Tafira alberga a dos parejas a las que se somete a recuperación, además de poseer otros ejemplares en jaulas constantemente vigilados por cámaras y a la espera de procrear.

Pitufo alado en extinción

Pitufo alado en extinción Pitufo alado en extinción

ANÍBAL RAMÍREZ. La Provincia.es

Gran Canaria ha relegado a los confines de Inagua los últimos
200 ejemplares de su ave más singular, el pinzón azul. Hace dos
años se declaró en peligro de extinción y sus posibilidades de
supervivencia son mínimas. El Gobierno canario acaba de aprobar
un plan para su recuperación e impulsar las labores de conservación
que se desarrollan desde 1991.

El pinzón azul fue descubierto en Tenerife en 1842 pero en 1905
el naturalista J. Polatzek encuentra en los pinares de Inagua,
Ojeda y Pajonales una nueva subespecie (Fringilla teydea polatzeki),
más pequeña, con bandas blancas en sus alas y un color azul menos
intenso en los machos.

Desde su descubrimiento hasta 1991 en que la Administración autonómica
emprende labores para su conservación, es decir 86 años, este
pájaro asociado al pinar queda en la penumbra de la historia
sin ningún tipo de seguimiento ni atención.

El devenir del pinzón azul grancanario está asociado con el de
los pinares de la Isla que se han visto mermados en más de un
80% con respecto a su superficie potencial.

El plan de recuperación expone que otro de los factores de amenaza
en el pasado fue el de la captura de ejemplares con destino a
los museos de historia natural tras su descubrimiento.
"La captura de un importante número de ejemplares (94) por parte
de varios naturalistas extranjeros destinados a las colecciones
de museos de historia natural mermó de manera importante la única
población conocida entonces, la de los pinares de Inagua, Ojeda
y Pajonales. Como dato significativo, cabe resaltar la cifra
de 76 ejemplares capturados por von Thanner en 1909 en un periodo
de tiempo relativamente corto, tan sólo cuatro meses".

Con posterioridad, en 1985 se hace una referencia a una matanza
de pinzones en estos pinares entre la década de los 40 y los
50; no obstante, la única prueba es la existencia de una foto
con 4 individuos disecados en 1948 en la Escuela Superior de
Ingenieros Forestales de Madrid, desconociéndose el número real
de ejemplares capturados en esos años.
En los estudios de campo realizados en los últimos años, la población
del Fringilla teydea polatzeki se estima en unos 200 ejemplares
localizados en los pinares de Inagua, Ojeda y Pajonales y algunos
ejemplares en Tamadaba.

El grado de amenaza es tal que el propio plan de recuperación
señala que "el reducido tamaño de la población incide en una
limitada probabilidad de supervivencia", que de acuerdo con los
modelos técnicos "es de 22,9 en los próximos 20 años" y apostilla
que "en las últimas décadas se ha registrado reducción del hábitat
de la especie".

Los estudios realizados de 1991 en adelante, gracias a su financiación
a través del proyecto europeo Life, tampoco son nada optimistas
ante la situación genética y de reprodución de la especie endémica.

AMENAZAS ACTUALES. Además, los factores de amenaza actuales pueden
dar al traste con su supervivencia. En primer lugar, su propio
hábitat dada su escasa dimensión y la profusa fragmentación que
presenta el pinar grancanario. Los primeros datos recogidos en
1865 estimaban en unas 6.298 hectáreas la superficie de los pinares
de Inagua, Ojeda y Pajonales. A principios del siglo XX, la superficie
se vio mermada en un 57% y se situó en unas 3.610 hectáreas.
Estos pinares siguieron su descenso, pero con las repoblaciones
realizadas se han establecido en 3.356 hectáreas.

Pero son los incendios forestales la amenaza que puede acabar
con el pinzón azul de Gran Canaria. "Es evidente que si se produjese
en los pinares de Inagua, Ojeda y Pajonales un incendio con dimensiones
similares a los ocurridos en las islas como Tenerife o La Palma,
donde han alcanzado entre 2.000 y 5.000 hectáreas, la supervivencia
del pinzón azul se vería seriamente comprometida, pudiendo llegar
a extinguirse".

La economía crece a costa de destruir el medio ambiente

La economía crece a costa de destruir el medio ambiente El primer informe del Observatorio de la Sostenibilidad alerta de que la economía crece a costa de destruir el medio ambiente

'Estamos haciendo algo más, pero con muchos más recursos y mucha más degradación ambiental', asegura el primer informe del Observatorio de la Sostenibilidad, presentado ayer.

El Observatorio está financiado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Universidad de Alcalá y su primer informe denuncia el modelo insostenible de la actual política económica. El director del Observatorio es Domingo Jiménez-Beltrán, ex director de la Agencia Europea de Medio Ambiente y hasta hace meses miembro de la oficina económica de La Moncloa.

Jiménez-Beltrán presentó ayer en Pastrana (Guadalajara) el primer informe de un organismo que quiere ser un vigía sobre la destrucción del entorno y proporcionar datos periódicos de los efectos del crecimiento económico.

El experto destacó en la presentación del informe que España vive 'un modelo especulativo insostenible que apuesta por la especulación y no por el conocimiento'. 'Tenemos la obligación de repensar las formas de producir y consumir y romper con el pensamiento que asocia el desarrollo económico con la destrucción del medio ambiente', concluyó.

El informe compara el crecimiento del PIB per cápita en España, (25% en 10 años) con el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (más del 45% desde 1990). Además, mientras la población aumentó entre 1990 y 2000 menos del 5%, el suelo urbanizado aumentó un 25% en ese mismo periodo.

El observatorio ha utilizado datos de todas las fuentes disponibles. El informe, de 309 páginas, señala que la prosperidad económica se ha obtenido 'con mayor uso de recursos y degradación ambiental, especialmente a partir de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera'. El estudio señala como aspectos positivos el aumento de la agricultura ecológica, de los espacios protegidos y de las energías renovables.

El consumo de energía se ha multiplicado por dos en los últimos 20 años y actualmente crece un 6% anual. La intensidad energética, la cantidad de energía que hay que consumir para producir un punto de PIB, ha crecido un 0,5% al año desde 1990. Es decir, cada vez hay que consumir más energía para producir lo mismo. Sin embargo, en este periodo, la intensidad energética de la UE ha bajado un 1,3% al año, debido a la apuesta por el ahorro de energía. 'La drástica reducción de la intensidad energética y de los gases de efecto invernadero es el desafío más importante en materia de desarrollo sostenible', señala el informe. El aumento de las emisiones tiene efectos sobre la salud, principalmente en las grandes ciudades.

Otro de los aspectos que destaca el informe es la urbanización del territorio, especialmente en la costa. El estudio habla de 'un modelo la urbanización creciente y difusa y la especulación, que van conformando un modelo económico donde prima la construcción, el turismo y la acumulación de activos inmovilizados y ociosos, sobre los sectores productivos y de creación de capital productivo e innovador'. Entre 1990 y 2000 el suelo urbanizado creció un 26% en España, mientras que en la UE creció un 12%. En algunas comunidades, la urbanización aumentó un 50%. Algunas provincias como Málaga tienen ya urbanizado más del 50% del primer kilómetro de costa.

Se llama desarrollo no sostenible porque 'no se puede mantener indefinidamente': no se puede consumir petróleo indefinidamente; la costa a urbanizar se acabará algún día... Además, afecta negativamente a la biodiversidad: el 24% de los vertebrados de España presenta algún grado de amenaza. El rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Virgilio Zapatero, criticó que, actualmente, 'el hombre representa una amenaza para la conservación de la vida en la tierra', y abogó por una nueva ética: 'Obra de tal modo que no pongas en peligro la continuidad sobre la tierra'. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se mostró confiada en que el proceso de cambio de tendencias en pro de la sostenibilidad sea irreversible.

10 Razones para No Comprar Prendas de Piel

10 Razones para No Comprar Prendas de Piel Cada año 20 millones de animales son capturados con trampas y 40 millones son criados en granjas para un lujo innecesario, según las asociaciones que luchan por los derechos de los animales.

Por su parte, las empresas peleteras abogan por la utilidad de estas prendas por la necesidad de resguardarse del frío.

Lo peor que le puede pasar a cualquier animal silvestre es que se le produzca sufrimiento de forma intencionada, se le manipule genéticamente, se le trate como si fuese un animal doméstico para posteriormente matarle y, en demasiados casos, causar la extinción de la especie. La industria peletera no sólo ha realizado todo esto, sino que además es responsable de un derroche de recursos, de la generación de residuos y de la introducción en el medio natural de especies no autóctonas. Todo ello para satisfacer una supuesta necesidad de prendas de abrigo, totalmente inexistente, y los imperativos de una moda anticuada y repudiada por la mayoría de la población.

1. La Muerte de Animales Anualmente la industria peletera causa la muerte en el mundo a más de 140 millones de animales silvestres. 40 millones de estos animales son criados y matados en granjas y los 20 millones restantes son cazados de la naturaleza, utilizando generalmente trampas no selectivas que a su vez producen la muerte de otros 80 millones de animales no útiles para la peletería. Cada prenda elaborada con piel de animales silvestres esconde la muerte innecesaria de muchos animales y las personas que compran o utilizan las mismas deben asumir su responsabilidad por dichas muertes.

2. La Extinción de Especies La captura y muerte de animales salvajes con fines peleteros ha llevado durante los últimos siglos a la extinción a diversas especies, como por ejemplo, al visón del mar y al zorro de las Malvinas, mientras que a otras muchas las ha puesto al borde de la desaparición. Algunas de estas especies son: castor, ocelote, pantera nebulosa, nutria marina, tigre, jaguar, koala o chinchilla salvaje. En la actualidad todavía se matan animales silvestres en libertad pertenecientes a especies que se encuentran muy amenazadas. En España, la caza de animales por su piel supuso la extinción de la garduña de Ibiza y ha puesto, junto con otras causas, a múltiples especies al borde de la extinción. La nutria ha sido perseguida por su piel hasta la década de los sesenta, en que empezó a escasear tanto que dejó de ser rentable. El oso pardo sigue siendo hoy en día cazado furtivamente, entre otras causas, por su piel.
Otro ejemplo es el lince ibérico. A principios de siglo más de 300 pieles de lince llegaban cada año a las peleterías de Madrid, procedentes de los montes del Guadarrama, El Pardo y la Cuenca del Alberche. En 1937 aún se comercializaban anualmente en el mercado nacional unas 500 pieles de lince. En la actualidad la población de esta especie no alcanza los 800 ejemplares y se encuentra al borde de la extinción. La utilización de pieles de animales silvestres, ha sido y sigue siendo, una de las principales causas de extinción de especies.

3. El Sufrimiento Innecesario La peletería no es sólo sinónimo de muerte, también lo es de sufrimiento. Los métodos utilizados para matar los animales son estremecedores. En el caso de animales en libertad su muerte se produce especialmente mediante la utilización de trampas, tales como cepos. Estos métodos no causan la muerte del animal de forma rápida, sino que alargan el sufrimiento. La muerte termina produciéndose tras largo tiempo de agonía.
En el caso de las granjas, la crueldad se inicia desde el momento que se obliga a vivir a los animales en reducidas cajas junto a cientos de congéneres, con grandes niveles de "stress" psicológico. Las granjas no tienen en cuenta sus necesidades psicológicas y etológicas, causando en los animales esterotipos, movimientos anormales, apatías y automutilación, incumpliendo la Convención Europea para la protección de los animales de granja. Los métodos utilizados para matar estos animales van desde el gaseado con monóxido o dióxido de carbono, la dislocación del cuello, la inyección de pentabarbital sódico y la electrocución, hasta el desangrado. La auténtica belleza no se puede lograr mediante el sufrimiento, y la crueldad nunca puede ser elegante.

4. La Manipulación Genética La manipulación genética es una constante en las granjas. Se realiza una cría "selectiva" basándose en características tales como la calidad y el color de la piel, o el éxito reproductor. Por ello los visones de granja son más grandes y tienen mayor índice de reproducción que los ejemplares libres de su propia especie, aumentando así la producción de las granjas. El resultado es un animal que poco o nada tiene ya que ver con sus características naturales, con lo cual cuando se produce la fuga de animales de granja, estos pueden producir alteraciones genéticas en las poblaciones silvestres.

5. El Intento de Domesticación La cría en granjas de animales silvestres como son los visones o los zorros, se realiza como si estos fuesen animales domésticos. Los animales domésticos, lo son debido a un proceso de domesticación que duró miles de años. Por ejemplo, llevamos unos 12.000 años conviviendo con los perros, 7.000 con los cerdos y 4.000 con las gallinas. Dado que las granjas europeas más antiguas de visón datan de 1920, estos animales han estado en cautividad menos de 75 años y no se les puede considerar en ningún caso animales domésticos. Son animales silvestres encerrados en jaulas.
Además, la domesticación de cualquier animal supone la desaparición de la forma de vida y comportamiento de una especie. Este proceso hace que pierda su capacidad de sobrevivir por sus propios medios, pasando a depender del hombre. La domesticación de especies silvestres supone su "extinción", y ello debido únicamente al uso de sus pieles.

6. La Introducción de Especies Exóticas Una de las consecuencias menos conocidas, pero más impactantes ambientalmente, de la proliferación de las granjas peleteras, es la introducción que suelen conllevar de especies no autóctonas en el medio natural. En diversas partes del mundo los animales escapados de dichas granjas vienen produciendo la ruptura del equilibrio ecológico. Más de 30 millones de visones son criados cada año en las granjas, siendo por ello el visón americano una de las especies procedente de las granjas en que más casos de fugas se conoce. El visón americano fue traido a las granjas europeas en 1926. A España llegaron en 1958 instalándose inicialmente en granjas del centro peninsular y Galicia. Las fugas de visones de dichas granjas vienen repitiéndose desde entonces, existiendo en la actualidad poblaciones en libertad de visón americano, al menos, en Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, Navarra, Aragón y Cataluña.
Entre las muchas consecuencias que tiene la introducción de esta especie, cabe destacar la amenaza que ello supone para el visón europeo, ya que el americano es más grande y compite directamente con el europeo tanto por el alimento como por el espacio. Por ello el Consejo de Europa ha recomendado la prohibición de las granjas de visón americano en zonas que cuentan con poblaciones de visón europeo. Estas introducciones también conllevan graves peligros ante la posibilidad que introduzcan enfermedades o parásitos provenientes de las granjas y no existentes en el medio natural. Las consecuencias catastróficas que tiene para el equilibrio ecológico la introducción de especies no autóctonas, justifica por si sola la prohibición de las granjas peleteras.

7. El Derroche de Recursos La muerte anual de 140 millones de animales silvestres, para la confección de productos de lujo e innecesarios, es un evidente derroche de nuestro recurso faunístico. Pero además la existencia de las granjas peleteras supone también un derroche energético y de alimentos. Se necesitan 3,3 toneladas de alimento (harina de pescado, proteínas vegetales, cereales, etc.) para confeccionar un abrigo de visón y 1 tonelada para un abrigo de zorro. Si estas cantidades se multiplican por los 30 millones de visones que cada año producen las granjas, resulta que anualmente se usan 1.650.000 toneladas de alimento. Se comprende por qué los bancos de arenque de los países del norte se están agotando, ya que la mitad de los arenques que se capturan en estos países, se utilizan para las granjas peleteras. Nuestros escasos recursos naturales no deben ser derrochados en ningún caso, pero menos aún para satisfacer la vanidad de ciertas personas.

8. La Producción de Residuos La cría de animales en granjas generan ingentes cantidades de residuos orgánicos de los lechos de estabulación, de los alimentos y de los cadáveres despellejados, que favorecen y desarrollan la proliferación de ratas y microorganismos patógenos, y la eutrofización de las aguas. Además, en los procesos de curtición de las pieles se emplean metales pesados que se vierten en las aguas industriales, envenenando los ecosistemas acuáticos.

9. El Lujo Innecesario España cuenta con un clima que no hace necesaria la utilización de abrigos de piel, especialmente si comparamos nuestras temperaturas con la de los principales países productores de estas pieles (países Escandinavos, Unión Soviética o Canadá). Si ya en estos países es discutible la utilización de pieles, en nuestro país es injustificable. En realidad, el frío es una excusa para la utilización de estas prendas. Los abrigos, chaquetones, estolas y otras prendas de piel, han sido siempre una demostración de posición social y económica, fruto de una moda basada en la ostentación. Tras una caída en la venta de pieles, se viene intentando imponer las pieles como una moda consumista más, realizando todo tipo de ofertas y pagos a plazos. El hombre vistió con pieles en la antigüedad, pero ya no somos cavernícolas.

10. Existen Prendas Alternativas Las razones expuestas justifican sobradamente la no compra ni utilización de productos elaborados con pieles, pero es que además existen suficientes materiales alternativos, tanto para luchar contra el frió como para embellecer el cuerpo. El mismo cuero, procedente del ganado doméstico utilizado para la alimentación, supone un material que puede ser aprovechado, apoyando de esta forma nuestra ganadería extensiva. Existe incluso la posibilidad de imitar la piel de determinadas especies. Una mezcla de seda natural y lana de camello se parece bastante a la piel de nutria, mientras que el visón tiene su sucedáneo en la lana de angora. Por supuesto abogamos por fibras naturales como la lana, seda, algodón o lino, pero en el mercado existen suficiente tipo de prendas de abrigo como para desterrar totalmente la utilización de pieles de animales silvestres.

La biodiversidad se agota a un ritmo sin precedentes, según advierte un informe de la UICN

La biodiversidad se agota a un ritmo sin precedentes, según advierte un informe de la UICN Brasil, China, Colombia, India o Perú, países con muchas especies amenazadas y sin capacidad financiera de invertir en conservación.

La biodiversidad se agota a un ritmo "sin precedentes", según ha advertido la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) durante la apertura del III Congreso Mundial de la Naturaleza, donde se recordó que más de 15.500 especies animales y vegetales "se enfrentan en estos momentos a la extinción" en todo el mundo.

MADRID, 19 . UNIóN MUNDIAL PARA LA NATURALEZA (UICN)
Según recoge la agencia IPS News, este alarmante pronóstico se ha recogido en el informe 'Lista Roja de Especies Amenazadas 2004', presentado en la Cumbre estos días, y que destaca que "una de cada tres especies de anfibios, casi la mitad de las de tortugas de agua fresca, una de cada ocho especies de aves y una de cada cuatro de mamíferos están amenazadas".

La 'Lista Roja' es el informe científico más completo sobre especies en riesgo de extinción que se ha elaborada hasta el momento, e incluye propuestas de medidas concretas para detener o revertir el proceso de desaparición de especies que en estos momentos "es cada vez más acuciante".

Esta conferencia mundial, a la que asisten representantes de 80 gobiernos, 114 agencias gubernamentales, 800 organizaciones no gubernamentales y 10.000 científicos y expertos de 180 países, es considerada una de las mayores reuniones de carácter ambientalista de las que se celebran en todo el mundo.

"La conservación no es una cuestión marginal", señaló el director general de la UICN, Achim Steiner. "El interés por esta lucha no tiene precedentes", aseguró.

Aunque las especies consideradas en peligro por la UICN son un 1% del total de las registradas por los científicos, entre ellas figura un 12% de las de aves, un 23% de los de mamíferos y un 32% de todas las plantas gimnospermas, en su mayoría coníferas y cícadas.

"Estos datos son un llamamiento para que el mundo se despierte", ha señalado Steiner. En su opinión, los ecologistas tienen fama de presentar escenarios tétricos, "pero no tendría sentido negar lo que contiene la Lista Roja", sostuvo. Y esta evidencia debería preocupar a la gente sobre la viabilidad futura de varios ecosistemas de los que dependemos", añadió.

LA ACCION HUMANA, PRINCIPAL CAUSA

La Lista Roja contiene nueve categorías de especies; 'extinguidas', 'extinguidas en estado natural', 'en peligro crítico', 'en peligro', 'vulnerables', 'casi amenazadas', de 'menor preocupación', con 'datos deficientes' y 'no evaluadas'.

Además de este informe, la UICN también publica cada cuatro años la 'Evaluación Global de Especies', que en su última edición estimó que las especies más amenazadas se encuentran "principalmente en los trópicos continentales, mientras la mayor amenaza endémica cae sobre especies de islas tropicales". Australia, Brasil, China, Indonesia y México especialmente tienen gran cantidad de especies amenazadas, según indica el informe.

Por su parte, Colombia, India, Malasia, Birmania, Nueva Caledonia, Papúa-Nueva Guinea, Filipinas, Sudáfrica y Estados Unidos tienen una gran cantidad de especies 'endémicamente amenazadas', y la acción humana, directa o indirectamente, es la principal causa de la mayoría de los problemas, según las conclusiones del Informe de la IUCN .

La destrucción y degradación de los hábitats es la principal amenaza, pero otras presiones "significativas" son la sobreexplotación en el abastecimiento de alimentos, mascotas y medicamentos, así como la introducción de especies, la contaminación y las enfermedades. También el cambio climático es una amenaza seria, según la UICN.

La 'Evaluación Global de Especies' prevé conflictos entre especies amenazadas y la creciente población humana en Camerún, Colombia, Ecuador, India, Madagascar, Malasia, Perú, Filipinas, Tanzania y Perú.

El informe también identifica a Brasil, Camerún, China, Colombia, Ecuador, Filipinas, India, Indonesia, Madagascar y Perú como países con gran cantidad de especies amenazadas y sin capacidad financiera de invertir en conservación.

La 'Lista Roja' demuestra "qué poco se conoce sobre la biodiversidad mundial", según apunta el presidente de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, David Brackett.

"Hay subestimaciones, pues muchas especies no han sido evaluadas". De hecho, sólo el 3% de las especies del mundo fueron evaluadas para esta Lista Roja. Otros hábitats están amenazados, "pero no se sabe suficiente al respecto", apuntó Brackett."

Exterminio : el Alca gigante

Exterminio : el Alca gigante Debido a la favorable acogida detectada con el artículo De cómo un solo gato puede exterminar una especie, quienes realizamos esta Weblog informativa y divulgativa hemos decidido crear una nueva sección temática, denominada "Exterminio" en la que queremos recoger la crónica de aquellos animales, vegetales o espacios naturales desaparecidos o esquilmados por la codicia humana y la brutalidad sin límites del hombre, como ejemplo para que podamos conservar y valorar lo que aún nos queda.

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El Alca gigante (Pinguinus impennis), también llamada "geirfugl" o "garefowl", fue más grande de los pingüinos que han existido hasta que el hombre lo exterminó por completo el 5 de junio de 1844.

Más o menos hacia el tiempo en que la primera civilización comenzó a desarrollarse en el valle del Nilo, el alca gigante había vivido a lo largo de todas las costas importantes del Viejo y del Nuevo Mundo. Su morada abarcaba desde el extremo norte de la costa noruega hasta el extremo sur de la costa sueca en el mar Báltico'; se extendía desde la costa alemana opuesta al extremo sur de Suecia todo a lo largo de las líneas costeras de Dinamarca, Alemania, Holanda y Francia en el mar del Norte, y hacia el Sur a lo largo de la costa atlántica francesa hasta las costas septentrionales de España y hacia el Oeste hacia el cabo Finisterre. Estas aves habían rodeado a Inglaterra e Irlanda, toda Islandia y la parte meridional de Groenlandia, desde cabo Dann en la costa oriental cerca del extremo sur y hacia el Norte sobre la costa occidental hasta la bahía y la isla de Disko. En América, el alca gigante vivía desde Labrador y Terranova hasta la costa atlántica de Florida. Nuestro conocimiento de este inmenso hábitat se basa en dos clases de testimonios: los informes de los primeros exploradores y los hallazgos de restos de alca gigante.

Dinamarca, por ejemplo, es muy famosa en los círculos arqueológicos a causa de los inmensos montones de desperdicios prehistóricos dejados por los habitantes de ese país que, de otra manera, hubieran sido olvidados. Estos "kjókkenmóddinger" (o "kitchen-middens" en inglés)
consisten principalmente en conchas de ostras mezcladas con huesos de animales y aves. En 1885, el profesor Japetus Steenstrup anunció que había reconocido algunos de los huesos de ave como pertenecientes al alca gigante. En efecto, se menciona el alca gigante en las antiguas Eddas escandinavas. La palabra geir significa «agudo» o «puntiagudo» o, aún mejor, alanceolado», probablemente aludiendo al poderoso pico del ave geirf ugl ; por lo tanto, puede ser traducido como «ave lanza», una traducción que parece algo incongruente si se piensa en la forma del pájaro completo en lugar de la forma del pico.

El geirfugl, cuando estaba totalmente desarrollado, tenía alrededor de un metro de altura y la coloración y la apariencia general de un pingüino. Sin embargo, había una diferencia importante en la forma de sus alas, para no mencionar su gran pico característico. Las alas del pingüino han asumido la forma y la función de aletas. Las alas del alca gigante eran tan diminutas como las del pingüino, pero, aunque débiles, inútiles y pequeñas, fuera de toda proporción con respecto al cuerpo, parecen todavía alas de ave. El alca gigante ponía un solo huevo por estación, extraordinariamente grande, aun para esta ave, y bellamente coloreado y moteado. Con un solo huevo por año, estas aves debieron haber sido longevas para multiplicarse en unas cantidades como las que habitaban estas costas tan extensas.

Los nombres "geirfugl", "garefowl" y "alca gigante" no completan la lista de apelativos con los que se conoció el ave. HaY otro nombre muy importante, que le fue dado por ciertos pueblos de habla céltica, el nombre de pingüino. Este nombre, hasta ahora misterioso, ha sido explicado satisfactoriamente como un derivado de dos palabras galesas: pen (cabeza y gwyn (blanco). Ahora bien, la cabeza del alca giganta era pardo-oscura, casi negra, pero sobre este color oscuro sólo destacaba la blancura deslumbrante de dos grandes manchas a cada lado de la cabeza. El nombre pingüino, por lo tanto, se aplica realmente al geirfugl, con el cual estaban familiarizados los pescadores y navegantes europeos. Después, cuando fueron descubiertos los pingüinos del hemisferio austral, se transfirió simplemente el nombre céltico a esas aves. Sin duda, las dos aves eran de apariencia general muy semejante; sería pedir demasiado que los primeros exploradores hubieran prestado atención a tales sutilezas, como la forma del pico y de las alas y la anatomía general.

En consecuencia, muchos viejos relatos hablan de pingüinos como existentes tanto en el Norte como en el Sur. Si la misma naturaleza no hubiera trazado una línea divisoria clara, sería imposible descubrir ahora en qué pensaban los viejos capitanes de mar cuando hablaban de pingüinos. Esa línea divisoria es el Ecuador. Los pingüinos, esas aves a las que «nosotros» aplicamos ese nombre, viven solamente en el hemisferio austral. Su representante más septentrional, el pingüino de Galápagos, vive en las costas de las islas del mismo nombre, exactamente debajo del Ecuador.

El alca gigante alcanza su «sur más lejano» en Florida, a cierta distancia del Ecuador. Por lo tanto, sólo es necesario saber la localidad para decidir si el pingüino verdadero o el geirfug es el que se menciona en las viejas narraciones. El primer hombre de ciencia que distinguió exactamente entre el pingüino del Norte y el del Sur fue el anciano conde de Buffon, a fines del siglo XvIII. Buffon, leyendo los relatos de Cook y de Forster sobre el hemisferio austral, comprendió que los pingüinos de allí y los del Norte no eran, en modo alguno, los mismos. No estaban ni siquiera relacionados entre sí: sólo ocurría que representaban una semejanza superficial en actitud y color. Por lo tanto, deberían recibir nombres diferentes, y Buffon propuso usar solamente el término pingüino para el alca gigante y establecer un nuevo epíteto para las aves meridionales. Surgió para estas últimas el nombre de manchots (sin brazos), pero ni siquiera se dispensó atención a esta sugerencia. Como se aceptó definitivamente el término pingüino para el ave del Sur, la del Norte continuó llamándose alca gigante o geárfugl, como en las Eddas.

Unos cuantos lugares se hicieron famosos como campos de cría de alcas gigantes: en Europa Saint-Kilda y el Fuglasker (Bird Skerries) cerca de Islandia ; en América una pequeña isla no lejos de Terranova. A fines del siglo xv, el alca gigante vivía en muchos otros lugares del hemisferio occidental. Las tierras de Colón estaban demasiado lejos hacia el Sur para que él las encontrase, pero los Caboto hablan extensamente de este ave. Hans Egede, cuando llegó a Groenlandia, tras su encuentro con la serpiente marina, estaba tan impresionado por la cantidad de alcas gigantes, que las llamó «características de la costa groenlandesa». En esa etapa el geirfugl se había retirado, al parecer, de las costas de la Europa continental, aunque quedaron algunos pocos ejemplares. Parece también que el ave no vivió mucho tiempo al sur de la desembocadura del río Delaware en la costa americana.

Pero había gran número de geirfugls en América, al norte de Nueva York. En realidad, los marinos contaban con su presencia para proveerse de alimento. Cierto señor Anthony Parkhurst escribía en noviembre de 1578 a Richard Hakluyt: «Los franceses que pescan en los alrededores de la Gran Bahía llevan consigo una pequeña provisión de carne, pues se avituallan con esas aves.» Allí existía una «isla de pingüinos» extraordinaria, a la que acudían los hombres para «avituallarse». No se trataba de la «isla de los Pingüinos» de Anatole France, y por eso los hombres que acudían a ella no eran, en consecuencia, tan santos. Una de las primeras menciones de esta «isla de los pingüinos», pronto famosa (se la conocía realmente con ese nombre), se puede encontrar en los Viajes de Hakluyt (vol. III, Londres, 1600), donde se narra el «Viaje del señor Hore y otros caballeros a Terranova y Cabo Bretón en el año 1536»:
Desde la época de su partida de Gravesend estuvieron mucho en el mar, a saber, alrededor de dos meses, y nunca tocaron tierra hasta que llegaron a un lugar de las Indias Occidentales (América del Norte) cercano a Cabo Bretón, siguiendo entonces su ruta hacia el Noroeste hasta que llegaron a la isla de los Pingüinos, que está totalmente llena de rocas; anduvieron por ella y la encontraron repleta de aves blancas y grises, grandes como gansos, y vieron una cantidad infinita de huevos. En sus botes llevaron gran número de aves a los buques y tomaron muchos de sus huevas; desollaron las aves... y las comieron y hallaron que eran de carne muy buena y nutritiva.
Si podemos juzgar por las descripciones de estas matanzas y otras posteriores, las alcas gigantes no sólo se parecían mucho a los pingüinos, sino que se comportaban también casi de la misma manera. Cuando los hombres llegaron a la costa, las aves, paradas verticalmente, los estaban aguardando como un comité de recepción, acercándose a ellos con una mezcla cómica de curiosidad y dignidad. Los hombres también eran curiosos, pero muchos menos dignos. Tenían garrotes a su disposición y el geirfugl pagó con la vida su incauta confianza.

Como el alca gigante no podía trepar por las paredes verticales, los marinos conservaban viva su carne reuniendo a las aves en toscos «corrales» construidos con piedras. Casi parecía que a los hombres les gustaba, realmente, la carne de las aves ; por lo menos, los paladares vulgares de los marinos del siglo xvt no se revelaron contra esa dieta. Mucho después, un hombre que no era marino probó el geirfugl por curiosidad y relató --como se puede esperar de un ave piscívora- que su gusto era atroz. Esto no se aplica a los huevos; seguramente eran un buen alimento y lo suficientemente grandes como para que un solo huevo constituyera casi una comida.

El número de alcas gigantes debe de haber sido extraordinario. Jacques Cartier relató en 1534 que sus hombres mataron más de un millar de «pingüinos» norteños durante un solo día, en un lugar de la costa del continente americano. Pero, agregó, fueron dejados vivos suficientes animales como para llenar cuarenta botes. Otro capitán informó que sus hombres mataron dos barcadas de alcas gigantes en media hora, ¡a brazo desnudo!.

Unos cuantos cueros fueron llevados a Europa y conservados en colecciones. Durante muchos años hubo una piel de alca gigante en el Museo de Estrasburgo. Era la única piel americana conservada, aunque algunas veces se hubiera dudado de ella, por razones no muy convincentes. Se admitía generalmente, sin embargo, que era la más vieja piel de geirfugl existente y, si era americana, como es probable, ratificaba le¡ que los viajeros habían afirmado siempre: que no había diferencia entre el ave americana y la europea. Esta famosa piel desapareció después. No se sabe si fue raptada por los alemanes en alguna época de la primera guerra mundial y llevada a otro lugar en Alemania, o si los franceses la llevaron a su país al terminar la guerra.

Sólo doscientos años después de la primera colonización de América del Norte, el alca gigante era muy rara en el continente; cincuenta años después ya no existía... Guando hacia 1820 los grandes ornitólogos estadounidenses Wilson y Lucien Bonaparte escribieron los primeros trabajos científicos importantes sobre aves norteamericanas, ni siquiera mencionaron el alca gigante. Por supuesto, ellos conocían al geirfugl, pero no la consideraban ave americana, sino europea y, más específicamente, islandesa.

En cierto modo, la suerte del alca gigante en Europa fue más extraña y menos conocida que en América. En América había, por lo menos, alguien a quien culpar por el alejamiento del alca gigante; en Europa se retiró sin que se registrasen matanzas en masa y aun sin atraer la atención. Sólo se dispone de la desnudez de los hechos. Cuando Konrad Gesner escribió el libro sobre las aves, de su gran historia natural, casi en la época en que el alca gigante estaba siendo aniquilada en masa en la «isla de los pingüinos», no mencionó esa ave. El conocimiento de su existencia no había penetrado en Suiza. El sueco Linneo conocía, desde luego, al geirfugl. Le dio el nombre de alca impennis (alca sin alas) y agregó: habitat in mari Norvegico rarius ("habita ramente en los mares noruegos"). Era escasa entonces, aun en esos mares septentrionales.

Desde las Feroé se informó que el alca gigante era «muy rara» en 1673, pero se la pudo hallar ocasionalmente allí aun muchos años más tarde. Desde Saint-Kilda, la más occidental de las Hébridas, tenemos un relato fechado en 1697, en el que se afirma que el geirf ugl llegaba anualmente en mayo para aovar en la roca desnuda e incubar su retoño. Pero en 1758 se informó desde esa misma localidad que el alca gigante ya no llegaba regularmente y que podían pasar varios años entre una aparición y otra. En 1790 se cazó un alca gigante solitaria en el puerto de Kiel, en el Báltico. Fue el último geirfugl de todo el Báltico y causó gran asombro. En 1800, la única morada que le quedaba al ave era Islandia.

Una pequeña isla rocosa, a cierta distancia de la misma Islandia, quizá dos veces más alejada que la actual Fuglasker, se convirtió en una nueva «isla de los pingüinos», con todas las implicaciones de ese nombre. Era el destino del geirfugl ofrendar dos veces su nombre a los mapas humanos, una en el hemisferio oriental y otra en el occidental, y ambas en una forma que recuerdan al capitán cuyos parientes saben que naufragó y murió en una isla desconocida que ahora lleva su nombre.

La «isla de los pingüinos» cercana a Islandia fue Geirfuglasker, mencionada con ese nombre por primera vez en 1397 por Wilchins Máldaga. Geirfuglasker se convirtió en el principal lugar de caza de los islandeses, a pesar de su fuerte marejada tan peligrosa. Las iglesias aplicaban un impuesto especial sobre el geirfugl proveniente de Geirfuglasker. La iglesia de Kyrkjevogr era oficialmente la dueña de la mitad del skerry de aves, lo que significaba que la mitad de las que procedían de cualquier excursión de caza a Geirfuglasker pertenecía automáticamente a la iglesia.

La, otra iglesia de Utskála imponía al resto contribuciones del 50 por 100, de manera que sólo la cuarta parte del producto original podía ser retenido por los propios pescadores. Poco sorprende que se esforzaran por conseguir que se les pagara por cada viaje, sobre todo porque no sólo estaban recargados por unos impuestos verdaderamente excesivos, sino porque además debían afrontar muchos peligros. En 1628, no menos de doce hombres se ahogaron allí y hubo otros años que rindieron un tributo casi igual. Las excursiones que «tenían que pagarse» causaron una disminución de geirfugl, a mediados del siglo xvii. El resultado fue que durante setenta y cinco años nadie se preocupó por emprender una excursión a Geirfuglasker. Un autor danés llamado Johann Anderson publicó en 1746 un libro sobre Groenlandia e Islandia en el que escribió que en 1728 se había quedado asombrado por e1 número de alcas gigantes de Geirfuglasker, tantas que sólo una explicación sobrenatural podía dar razón de él. Era probablemente, concluyó Anderson, una advertencia mística de que el rey Federico IV de Dinamarca habría de morir pronto.

Los pescadores islandeses no tardaron mucho en preguntarse si la nueva provisión era sobrenatural o no ; acudieron a Geirfuglasker para matar tantas aves como podían. Pero algo les había enseñado la experiencia y dejaban en paz a las aves uno de cada dos años. Luego se produjeron las guerras napoleónicas. En 1808 ancló un barco cerca de Geirfuglasker con el propósito de asegurarse una gran provisión de carne fresca. Esta visita causó un daño considerable,, pero en 1813 fue aún peor. En ese año, la goleta Füroe, al mando del capitán Peter Hansen, fue enviada a Islandia en busca de geirfugl. Los soldados mataron las aves cuando empollaban sus huevos y éstos fueron recogidos por barcadas. Sin embargo, los cazadores tuvieron que dejar atrás muchas aves muertas porque el mar se volvió tan turbulento que no pudieron volver a tierra por segunda vez. Pero aun así, no se eliminó al geirfugl de su última plaza fuerte. En 1828 se trajo de allí un ejemplar a Copenhague, prueba de que todavía existía. Pero ahora la naturaleza ayudó a la exterminación de la manera más violenta y total. Se sabía hacía mucho tiempo que el fondo del mar en la vecindad de Islandia estaba sometido a cambios irregulares. Los pescadores y marinos venían diciendo desde hacía siglos que al sur de cabo Reykjanes aparecían y desaparecían peueñas isletas que duraban a veces sólo unas pocas semanas. Geirfuglasker era una isla más grande que las otras y había permanecido durante muchos siglos. Su hora llegó en marzo de 1830. Durante la primera semana de ese mes desapareció toda la isla. Ningún ser humano presenció la catástrofe, pero debió de haber sido bastante gradual como para permitir la fuga de los buenos nadadores. En los meses siguientes, la extraordinariamente escasa alca gigante apareció en lugares donde no había sido vista durante siglos. Se cazaron unas cuantas en las costas islandesas ; se halló una casi muerta de hambre en las costas de Irlanda. La mayoría de las sobrevivientes huyeron a Eldey. Eldey había sido inadecuada para el alca gigante antes de la catástrofe que sumergió a Geirfuglasker. Sólo las aves voladoras habían podido vivir allí. Pero la catástrofe había originado un cambio en Eldey ; ahora podía ser escalada en un lugar. El geirfugl lo escaló y trató de mantener viva su especie.

Sin embargo, lo inquietante entonces fue que, hacia 1820, los coleccionistas de pieles de ave y los museos habían comenzado a advertir que el alca gigante era rara y que faltaban ejemplares en sus coleccionas. Los negociantes sólo tenían que seguir los pocos ejemplares existentes hasta su punto de origen para comprender que todos ellos provenían de Islandia. Y en Islandia se sabía que Eldey era el lugar exacto. Por consiguiente, Eldey fue invadida. Unas 20 aves fueron recogidas en 1830 y otras 24 en 1831. En 1833 fueron recogidas 13 aves y un huevo; en 1834, 9 aves y 8 huevos. Después de una corta pausa, en 1840 fueron capturadas 4 aves más y 5 ó 6 huevos. Luego, los pescadores informaron que no había quedado ninguna. Pocos años después se hizo la oferta de cien coronas por una piel nueva. Y en junio de 1844, Carl Siemsen terminó persuadiendo a Vilhjalmur Hakonársson a que volviera a hacer otro intento en Eldey.

Su crónica última fue la siguiente: El mar estaba encrespado y soplaba fuerte viento durante la noche del 4 de junio de 1844. Las olas exigían rudos esfuerzos aun a los endurecidos músculos de los pescadores que manejaban los ocho remos del bote en que una partida de catorce hombres había zarpado desde la costa sudoeste de Islandia.

No era ni una pesca ordinaria ni una excursión de placer. El jefe de esta expedición nocturna, Vilhjalmur Hakonársson, se había fijado una meta muy definida: él y sus islandeses debían buscar cierta gran ave marina que ellos conocían bien. Era un ave rara -por lo menos, recientemente, se había vuelto rara- y a causa de su rareza las gentes de Dinamarca y de otros países europeos estaban dispuestas a pagar un alto precio por su pellejo. Carl Siemsen, de Reykjavik, la capital, actuaba como agente de esas personas y estaba ofreciendo un precio inaudito, hasta de cien coronas, por cada ave muerta. Cazarla era algo peligroso y en ese momento era probablemente desatinado, porque parecía que no había quedado ninguna. Pero cien coronas eran una fortuna, y en el peor de los casos se habrían esforzado en vano durante una noche y se habrían empapado con el oleaje -cosas que forman parte de la vida del pescador-. Siemsen parecía estar bastante seguro de que existían tales aves alrededor de Meelsaecken. Meelsaecken -«la bolsa de harina»- era el término que usaba Carl Siemsen para designar a una isla rocosa no muy alejada del cabo Reykjanes ; su nombre verdadero era Eldey. El ave tras de la cual andaban era el geirfugl. Los ingleses la llamaban garefowl, o sea el alca gigante. Vilhjalmur Hakonársson deploraba que la oferta no hubiera llegado una docena de años antes ; entonces existía otra isla, Geirfuglasker, donde esas aves habían sido realmente numerosas. Pero en aquella época nadie había ofrecido esos precios por sus pellejos. Ahora Geirfuglasker ya no existía ; por eso, el geirfugl vivía en Eldey.

Poco importaba dónde buscar las alcas gigantes una vez que se llegaba a Eldey. Eran aves grandes y pesadas, de alrededor de un metro de altura. No podían encaramarse por los riscos verticales y, aunque excelentes nadadoras, no podían volar. En síntesis, sólo podían ir por donde también el hombre podía andar, y si se bloqueaba su camino hacia el agua, no podían escapar. Sus grandes y fuertes picos eran pobres contrincantes para un hombre vigoroso provisto de un garrote. Así que como en Eldey sólo había un lugar al que podían llegar los hombres sin ayuda de cuerdas y escalas, Hakonársson dirigió su bote a ese punto. Lo alcanzó al mismo tiempo que la grisácea luminosidad del amanecer iluminaba el agua gris encolerizada y las rocas grisáceas. El oleaje que azotaba la costa de Eldey era tan fuerte que amedrentaba aun a esos rudos pescadores. Sólo tres de ellos se atrevieron a saltar a tierra. Se han conservado sus nombres. Eran Sigurdr Islefsson, Ketil Kentilsson y Ion Brandsson.

Habían trepado hasta el lomo de una roca. Toda clase de aves marinas volaban sobre sus cabezas, pero no podían confundirse con dos aves erguidas, de color oscuro, de un metro de altura, con picos grandes y alas pequeñas. Las dos aves presintieron el peligro, pero estaban indefensas. Sus atacantes llegaban del mar y a sus espaldas las rocas se elevaban verticalmente, inescalables tanto para el alca gigante como para el hombre. Jon Brandsson capturó a una de las aves cerca del muro vertical; Sigurrlr Islefsson llevó a la. otra al borde del arrecife. El tercer hombre, Ketil Kentilsson, aguardaba a otra víctima, pero no vio ninguna y se volvió al lugar donde las dos aves habían sido avistadas por primera vez. Los huevos de geirfugl también tenían valor comercial.

Había un gran huevo en ese lugar, pero estaba rajado; Ketil Kentilsson lo arrojó lejos, profundamente desilusionado. Después la, ciencia registró que una mañana comprendida entre el 2 y el 5 de junio de 1844, posiblemente el cuatro, las dos últimas alcas gigantes del planeta fueron muertas en Eldey por Jon Branásson y Sigurdr Islefsson, dos pescadores islandeses. El ave que se extinguió esa mañana fue siempre un animal raro para el hombre.

Mas tarde, la vieja «isla de los pingüinos» fue redescubierta. A1 principio se pensó que era la isla de Fogo, pero resultó que era la isla de Funk, no lejos de la de Fogo. El científico noruego Stuwitz fue el redescubridor. No sólo halló muchos restos de alca gigante en la isla Funk, sino también restos de viejos corrales de piedra donde el pájaro había sido guardado para su matanza. Veinte años después de Stuwitz una firma comenzó a recoger guano de la isla de Funk como fertilizante comercial. Gracias a este prosaico procedimiento fueron descubiertos y generalmente conservados a la manera usual muchos restos de alcas gigantes. A pocos metros bajo tierra se hallaron algunas momias despellejadas. Fueron enviadas a Inglaterra, y nada menos que el profesor Richard Owen escribió la primera monografía del alca gigante basándose en ellas. Apareció en 1865, exactamente veintiún años después de la extinción de los últimos ejemplares vivientes.

Desde entonces la isla de Funk ha sido visitada una y otra vez. John Milne estuvo tan sólo una hora cuando llegó allí en 1874. Durante la primera media hora de su búsqueda no tuvo éxito, pero durante la media hora restante recogió muchos huesos pertenecientes, por lo menos, a 50 ejemplares. Lucas y Palmer, en un día de 1887, recogieron huesos de 700 individuos; los exploradores posteriores también tuvieron bastante éxito. Estos hallazgos de la isla de Funk lograron numerosos esqueletos para los museos.

En 1885, Symington Grieven hizo un inventario. Contó 79 u 81 pieles (depende de un informe inseguro) en museos y colecciones privadas, dos docenas de esqueletos completos, dos cuerpos conservados en alcohol y unos 75 huevos. Esta lista no incluye los esqueletos formados con huesos recogidos en la isla de los Pingüinos. Todos los huevos y pieles, con excepción de la piel de Estrasburgo que ahora falta, son de origen europeo (aun las que están ahora en América) ; la mayoría proviene del último período de Eldey. Una docena de pieles llegaron de Geirfuglasker ; el resto, de los ejemplares que se dispersaron sobre el Atlántico Norte durante la catástrofe de 1831.

El destino proporcionó un triunfo final al geirfugl mucho después de su extinción. Las pocas pieles que habían sido recogidas durante una sola década (1832-1842) se hicieron tan valiosas que no se pagó por ellas tan sólo su precio en oro, sino mucho más. En los últimos años, antes de la primera guerra mundial alcanzaron unos precios que oscilaban entre 120.000 y 200.000 dólares, y desde entonces el geirfugl no pudo ser adquirido de ningún modo; sus poseedores no querían desprenderse de ellos. Sin embargo, por ser las pieles tan valiosas, los taxidermistas expertos comenzaron a falsificarlas. El Museo de Darmstadt (Alemania) se enorgulleció durante muchos años de la posesión de un alca gigante disecada. Cierto día, alguien tuvo la idea de examinarla con el máximo cuidado y en forma completa. Descubrió que consistía en plumas de algunas variedades pequeñas de alca, en modo alguno raras y reunidas para constituir el alca gigante. Sólo el cráneo era genuino; había llegado de la isla de Funk. La desilusión fue grande, pero el caso probó cuán rara y valiosa era, realmente, el alca. gigante. Había alcanzado la cumbre más alta de la fama: el halago de ser imitado.

El Museo Americano de Historia Natural de Nueva York está orgulloso de poseer y exhibir una piel auténtica de alca gigante. Pero cierto día oí a un transeúnte decir: «Es un pingüino». Esta observación era casi correcta. No es un, sino "El Pingüino", el pengwyn original, la primera ave que llevó ese nombre.